Luis García se estrena con victoria y clasificación a dieciseisavos con el Villarreal ante el Spartak

El Villarreal superó al Spartak de Moscú por 2-0 en la última jornada de la fase de grupos de la Liga Europa, resultado que le permite lograr la clasificación para los dieciseisavos de final y además como líder del grupo en el debut de Luis García Plaza como entrenador del conjunto castellonense.

El primer tiempo del encuentro fue trepidante, con mucho ritmo, ya que ambos equipos saltaron al terreno de juego con la idea clara de ir a por el triunfo, ya que los dos se jugaban el pase a la siguiente ronda. El dominio inicial del Villarreal obtuvo pronto premio, gracias a un rechace en el área que Samu Chukwueze convirtió en gol con un disparo colocado al palo largo.

La reacción del Spartak de Moscú, al que solo le valía la victoria para pasar de ronda, fue fulgurante y dispuso de hasta tres buenas oportunidades para empatar en apenas cinco minutos. El Villarreal consiguió serenar algo el partido con el paso de los minutos y crear peligro cada vez que entraba en contacto con el balón Chukwueze, aunque la más clara la tuvo el equipo moscovita, a diez minutos del descanso, tras un remate de Hanni que despejó milagrosamente el meta Andrés Fernández.

No pudo reanudarse de mejor forma el partido para el Villarreal que, cuando apenas habían transcurrido dos minutos del segundo tiempo, amplió su ventaja gracias a una inteligente pared entre Toko Ekambi y Pablo Fornals, que el atacante camerunés concretó en el 2-0. Los rusos estaban obligados a marcar tres goles para no quedar eliminados de la competición y el partido se abrió por completo. El Spartak pudo recortar diferencias tras un error de Víctor Ruiz que permitió a Zé Luis cabecear al palo.

En la siguiente jugada el gol pudo llegar para el Villarreal en una doble ocasión de Cáseres, que en primera instancia despejó el portero ruso y en su segundo remate fue el larguero el que evitó el tanto.

El partido lució muy vistoso, con un Spartak lanzado en busca de un gol que le abriera el camino de la esperanza y un Villarreal que, con espacios, llegaba con mucha peligrosidad a las inmediaciones del área moscovita. En el último cuarto del encuentro, el equipo moscovita fue perdiendo la fe y el Villarreal también serenó su juego dando por bueno el resultado.