LOS PRECIOS SIGUEN SUBIENDO
Comprar una vivienda vuelve a ser insostenible: las familias destinan más de una cuarta parte de su sueldo a pagar la hipoteca
La vivienda vuelve a ser inaccesible para muchos: en Madrid y Barcelona las familias destinan ya más de una cuarta parte de su sueldo a pagar la hipoteca. Es el techo que los expertos marcan para que el gasto en vivienda sea sostenible. La ecuación empieza a ser de nuevo perversa: los precios siguen subiendo y los salarios crecen 10 veces menos.
Rubén y su pareja tendrán que destinar un 30% de su sueldo cada mes a pagar su nueva casa. Un esfuerzo que según ellos, pueden permitirse. "Nos sale mejor afrontar una hipoteca que un alquiler ahora mismo", comenta el futuro comprador.
De media las casas se han encarecido en el último trimestre casi un 5%, mientras los que los sueldos han subido 10 veces menos. "Hemos notado una desaceleración de las ventas porque ha habido un incremento del precio que no se corresponde con la subida de los salarios", explica Antonio Segura, gerente inmobiliario de Inmoselo.
Este alza en los precios, según el informe de la sociedad de tasación Tinsa, ha hecho que en Barcelona y Madrid empiece a ser insostenible para las familias comprar una casa, ya en este momento tendrían que destinar más de una cuarta parte su sueldo a pagar la hipoteca. "El 25% es un indicador, a medio plazo, amte posibles tensiones en el acceso a la vivienda", asevera Susana de la Riva, directora de Marketing y Comunicación Tinsa.
En Valencia, las casas se han encarecido un 12%, lo que no ha desanimado a compradores como Dina. "A mí personalmente no me influye porque he tomado esa decisión y tiene suficientes garantías", dice la futura compradora porque en el peor de los escenarios cree que sería fácil alquilarla.
Una misión casi imposible
Alquilar un piso, una misión casi imposible: "Dijimos que éramos pareja y ni aún así nos llamaron"
Encontrar piso de alquiler es ahora mismo una auténtica aventura, desde conseguir una cita, hasta las decenas de pruebas y papeleos que te exigen para quedarte con la casa. Tener dinero no es el único requisito; los que tienen niños o perros, por ejemplo, lo tienen casi imposible.