PIDEN QUE SE FRENE LA DESMANTELACIÓN DEL HOSPITAL CARLOS III

La Marea Blanca vuelve a salir a la calle contra la privatización de los hospitales madrileños

La lluvia y el frío no ha evitado que la Marea Blanca saliera una vez más para protestar contra la privatización de los hospitales madrileños. Médicos, enfermeras y pacientes del hospital Carlos III, han pedido que se frene el desmantelamiento de este hospital. Los participantes dicen que las protestas seguirán cada mes.

Alrededor de 500 personas, entre profesionales del sector sanitario y ciudadanos que apoyan a la Marea Blanca, se han reunido bajo la lluvia para participar en una nueva marcha que ha finalizado frente al Hospital Carlos III.

La manifestación ha comenzado en un ambiente crítico en el que se han coreado gritos y cánticos contra la Consejería de Sanidad madrileña y en particular al consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, y a Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid.

"Son unos carniceros", comentaba Antonio, un vecino, quejándose de la política sanitaria puesta en práctica en la Comunidad de Madrid.

La manifestación ha transcurrido por la Castellana atravesando las emblemáticas Torres Kío, hasta llegar al Hospital Carlos III, donde se ha leído un manifiesto elaborado por Medsap, organizadora de la manifestación.

La proclama ha exigido mantener las competencias de dicho centro hospitalario, uno de los referentes a nivel nacional e internacional en el tratamiento de enfermedades altamente infecto-contagiosas (epidemias), en lugar de transformarlo en un centro de media y larga estancia que dependa del Hospital La Paz.

La trabajadora también ha instado a los gobernantes a "que no olviden" la labor que se realizó allí tratando e investigando sobre enfermedades como la tuberculosis o la gripe A.

Juan José Cano, delegado del Sindicato de Enfermería (SATSE), ha señalado que desde su organización también temen que este cambio de actividad pueda suponer despidos en la plantilla del Carlos III, algo que ha etiquetado como "desastroso".

En esta ocasión, la lluvia ha conseguido que la Marea Blanca se convirtiera en multicolor y que las batas blancas dejaran su sitio a paraguas y a chubasqueros, sin embargo, el espíritu de los manifestantes sigue intacto y así lo han demostrado Cristina y Mari Carmen, dos veteranas madrileñas: "Estas cosas no son tolerables y seguiremos protestando aunque llueva".

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