EL GOBIERNO AUMENTA EL NÚMERO DE BECAS, PERO DISMINUYE LA CUANTÍA

"A los padres les sale más barato enviar a sus hijos a estudiar a EEUU que a Madrid"

Muchos jóvenes emigran a EEUUa través de agencias que les ayudan a conseguir una beca para que puedan compaginar sus estudios universitarios con su deporte o hobby favorito. José Manuel, director de una de estas empresas destaca que gracias a este asesoramiento, y debido a las restricciones de las becas en España, puede resultar más económico para los estudiantes asistir a universidades extranjeras y practicar deportes. Belén y el voley, Adrián y el fútbol o Jorge y el tenis son sólo unos ejemplos de jóvenes becados en EEUU por este sistema.

Belén prepara el terreno de juego en la playa de San Juan de Alicante. Es dos veces subcampeona de España de vóley playa. Sin embargo, su próximo torneo lo juega fuera porque ha conseguido una beca en Tennessee. Belén explica que "en la universidad tenía que pagar todo" y que "gracias a una agencia" ha conseguido "una beca en Tennessee que me permite estudiar y jugar al voley".

Como Belén, más de 40 estudiantes universitarios han buscado otras opciones. Adrian Leal, becado por la academia univesitaria de Wisconsin, se va de Alicante a Winconsin para estudiar ADE: "Además del buen expediente, me voy para compaginar mis estudios con el fútbol".

El director de 'Deaquiparafuera', José Manuel Díaz asegura que "los padres ven que haciendo números, les sale más barato enviar a su hijo a EEUU que a Madrid". Este año, el Gobierno oferta más becas, pero menos dinero por beca.

Jorge Hernán lleva ya un año en una universidad americana. Su padre, Jorge, asegura que " a los jóvenes se les cierran muchas oportunidades, unos se van después de estudiar. Creo que es mejor antes de iniciar los estudios". Jorge, becado en Kansas, explica que "al principio es duro dejar tu casa, pero luego todo es positivo". A todos les gustaría poder estar aquí. La Universidad española mantiene calidad, pero ha dejado de ser barata.

laSexta/ Noticias/ Economía