POLÉMICA EN HOLANDA
Holanda quiere ampliar el derecho a la eutanasia a quienes se hayan cansado de vivir
Actualmente, la eutanasia en Holanda sólo está permitida si el paciente padece una enfermedad incurable. Ahora se quiere ampliar a las personas mayores que no quieran vivir más.
La propuesta del Gobierno holandés al Parlamento sobre una ley que otorgue el derecho a la eutanasia a personas que, aunque no estén enfermas, sientan que "ya no tienen más perspectivas en la vida" y "han desarrollado un deseo de morir persistente y activo", ha generado un debate público en el país.
Actualmente, un paciente debe cumplir ciertos requisitos para solicitar la eutanasia, entre los que se encuentra el que al menos dos médicos confirmen que el enfermo padece de un sufrimiento inaguantable y sin perspectivas de mejora. Los ministros han agradecido el trabajo del comité, pero rechazan su resolución final, ya que piensan que la ley actual se queda corta porque tiene una importante limitación, como es que el suicidio asistido debe basarse en fundamentos facultativos.
Según el Gobierno, también hay gente que desea terminar con su vida y padece un "sufrimiento inaguantable" sin una "base médica". Los responsables gubernamentales señalan concretamente a ancianos que sufren por la pérdida de "sus seres queridos" o de "contactos significativos", teniendo como resultado "fatiga" y "apatía". Por esta razón, la nueva ley solo sería aplicable a personas mayores, aunque los ministros no han aclarado qué edad mínima habría que tener para acogerse a la propuesta.
"Hay gente para la que cada día que pasa es uno más en espera de la muerte. Estas personas preguntan cómo pueden poner fin a su vida de una manera digna", mantienen los ministros en la misiva, dada a conocer a través de la página web del Gobierno neerlandés. La nueva ley supondría la creación de una nueva profesión, una especie de "orientador" social con experiencia en el campo de la Medicina que evaluaría la solicitud del suicidio asistido.
El demandante estaría obligado a poner por escrito que desea terminar con su vida y el orientador le haría entrevistas para confirmar que su sufrimiento es inaguantable, al menos una de ellas en persona y sin la presencia de sus familiares. La aplicación de la eutanasia no sería automática, sino que se practicaría posteriormente en un tiempo aún no determinado y tras la supervisión del caso por un segundo experto especializado.
Si se detectase que la solicitud se debe a problemas médicos tratables, "otras alternativas serían exploradas", aseguran los ministros. En caso de que el demandante recibiera luz verde, obtendría una prescripción con la receta de la medicina que acabaría con su vida, pudiéndola adquirir en la farmacia, mientras que los familiares, si lo desean, podrían estar presentes en los momentos finales de su ser querido.