EL PAÍS, SIN MEDIOS

La llamada desesperada para salvar a dos siameses de Yemen que luchan por sobrevivir en medio de la peor crisis humanitaria

Los médicos de Yemen han pedido ayuda internacional para salvar a los pequeños Jaliq y Rahim, como muestra el vídeo. "Dos niños en un cuerpo, con dos cabezas, dos corazones, dos pulmones, dos estómagos y dos espinas dorsales", han dicho.

Médicos de un hospital yemení llamaron a las organizaciones internacionales a que ayuden a trasladar fuera del Yemen a dos niños siameses cuya salud se está deteriorando por la falta de servicios en el país, escenario de la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU.

El responsable del área infantil en el Hospital de Al Thawra, Faisal al Babli, explicó que los pequeños "no pudieron ser transferidos directamente al extranjero" para un mejor tratamiento. "Es un caso único en Yemen, dos niños en un cuerpo, con dos cabezas, dos corazones, dos pulmones, dos estómagos y dos espinas dorsales.

Sólo comparten la pelvis y las extremidades con dos manos y dos piernas", dijo. Aunque los siameses, que fueron llamados Abdul Jaliq y Abdul Rahim, están "en general estables, su salud esta gradualmente deteriorándose", advirtió el médico, por lo que pidió a organizaciones internacionales dedicadas al cuidado de la infancia que les salven.

"Estamos ahora mismo buscando financiación y asistencia para que se les pueda proveer los cuidados sanitarios (...) y trasladarlos fuera del Yemen", indicó Al Babli. Los pequeños se encuentran desde el 24 de enero en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Saná, ciudad controlada por los rebeldes hutíes y cuyo aeropuerto se encuentra cerrado por el bloqueo aéreo impuesto por la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, que lucha a favor del Gobierno yemení contra los insurgentes.

El médico señaló que los servicios sanitarios en el país "son muy pobres, especialmente por la guerra que el Yemen está experimentando (...) además del bloqueo impuesto en el país y el cierre del aeropuerto de Saná".

El padre de los siameses, Akram Ali Ahmed, de 20 años, que regresó a su hogar en una zona a las afueras de Saná por consejo de los médicos mientras sus hijos se encuentran ingresados, indicó que quiere que sus niños se queden tal y como nacieron. "No quiero que se haga nada con mis hijos, ni que sean separados ni que ninguno de ellos muera por el otro", aseveró el padre primerizo.

"No me opongo a lo que dios me ha dado", zanjó. Según Unicef, más de 6.700 niños han sido confirmados "muertos o gravemente heridos" en estos últimos cuatro años de guerra. El conflicto comenzó cuando los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, se hicieron con el control de Saná y se generalizó en marzo de 2015 con la intervención de la coalición árabe a favor del Gobierno yemení del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

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