Asegura que hay "una exageración brutal"
Miguel Ángel Rodríguez resta importancia a sus amenazas a la prensa y habla de "diálogo inapropiado"
El jefe de gabinete de Ayuso achaca la controversia por sus amenazas y señalamientos a medios de comunicación a una "exageración brutal": "Tuve un diálogo inapropiado con alguien con quien creía que podía tener un diálogo inapropiado".
El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, M.Á.R, sostiene que lo ocurrido tras sus amenazas a una periodista de 'elDiario.es' "es producto de una exageración brutal": "Yo tuve un diálogo inapropiado con alguien con quien creía que podía tener un diálogo inapropiado", ha esgrimido, en una entrevista con el diario 'El Mundo' publicada este domingo.
Así, aunque reconoce que era impropio, no ve motivos para disculparse con la periodista a quien envió estos mensajes: "Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar, idiotas. Que os den". A la pregunta de si se trataba de una amenaza, le aseguró que era "un anuncio".
En conversación con laSexta hace unos días, M.Á.R ya justificó el tono en la confianza coloquial que decía tener con la periodista, pero que ella niega. El jefe de gabinete de Ayuso también defiende el señalamiento que hizo a profesionales de 'El País' y 'elDiario.es'. Para justificarlo, se escuda en la supuesta actitud de los periodistas y en el número de veces que remitió el mensaje.
"Estaban acosando a menores, entregándoles su tarjeta de visita para que les llamaran. Eso no se hace, no es periodismo", ha asegurado, alegando que 'solo' desveló su identidad a 18 personas, "nada más". El director de elDiario.es, Ignacio Escolar, ya aseguraba hace unos días que esto no es cierto: "No hay ningún periodista encapuchado, ni uno, ni dos, ni medio, que haya ido a acosar por la fuerza la vivienda de la presidenta de Madrid", señalaba recientemente en Al Rojo Vivo.
Las asociaciones de periodistas censuraron el comportamiento de Rodríguez que, en cualquier caso, él desvincula de Ayuso. También insiste en que los problemas de la pareja de la presidenta madrileña con Hacienda se limitan a una inspección fiscal, obviando la investigación judicial abierta contra él por presunto fraude fiscal y falsedad documental.