Ana Obregón, abuela

Ana Obregón detalla el "largo camino" para tener a su nieta: "Cada vez que no salía me llevaba un disgusto horrible"

La actriz confiesa que ha sido un camino "muy difícil", un embarazo que "no se produjo al primer intento, ni mucho menos". Sobre las críticas recibidas, afirma que "no aguanta ni admite ninguna", solo de padres o madres que "hayan enterrado un hijo".

En breve

Ana Obregón cuenta en '¡Hola!' el "largo camino" que ha recorrido hasta que Ana Sandra Lequio Obregón, su nieta, ha llegado al mundo a través de un viente de alquiler. La actriz confiesa que el embarazo "no se produjo al primer intento, ni mucho menos", calificando este proceso como "una batalla".

"Ha sido muy difícil. El embarazo no se produjo al primer intento, ni mucho menos; han sido varias veces y cada vez que no salía me llevaba un disgusto horrible y a empezar de nuevo. Ha sido una batalla, un largo camino, pero es lo que me ha mantenido con vida. Es que si no fuera por esto, yo ya no estaría aquí", comenta.

Preguntada por las dudas que ha podido tener al respecto de este proceso, Obregón ha afirmado que "no se puede poner en duda" lo que ha hecho, ya que estaba recogido en el testamento ológrafo de su hijo Aless Lequio.

"¿Cómo no lo voy a hacer? Si yo le juré que lo iba a salvar y no pude salvarlo, ¿cómo no voy a hacer lo que él quería que hiciera? Nadie en el mundo puede poner en duda que cuando una madre entierra a su hijo tiene que cumplir su última voluntad. Solo una persona cruel de corazón o una persona que no lo tenga pensaría algo así", asevera.

En esa línea, Obregón asegura que no "aguanta ni tolera ninguna" de las críticas que haya podido recibir en los últimos días, solo de aquellos padres y madres que "hayan enterrado a un hijo". "Solo ellos son los que pueden opinar y los que me pueden entender", sentencia.

Obregón insiste en que ha "luchado a través del océano con uñas y dientes" para poder tener "un poquito" de su hijo con ella. "Quiero que se sepa la verdad, claro. Porque yo no tengo nada que ocultar, todo lo contrario. Es un orgullo, es un milagro. ¿Cómo voy a ocultar una bendición de dios?", se pregunta.

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