Solicita amparo judicial

Una madre pide que su hija de 7 años no tenga que visitar a su padre, investigado por abusar sexualmente de ella

Fue la pequeña, cuando tenía 5 años, quien le contó a la madre los tocamientos que le realizaba el padre. Ahora, la obligan a ver a su progenitor y ella denuncia que se han vuelto a repetir los abusos sexuales.

Una madre denuncia desprotección por parte de la justicia al dejar que el padre de su hija de 7 años la vea pese a estar investigado por abusar sexualmente de la niña. Según cuenta la madre, fue la propia pequeña, en 2021 con solo 5 años, quien se lo contó de forma espontánea, mientras se cambiaba de ropa. "Un día me explicó cómo su padre le tocaba en momentos en los que no debería. Ni para cambiar un pañal ni por una crema", narra. Ella no podía creerlo: "Me quedé en shock, me costó reaccionar", añade la madre.

Cuando se denunciaron los hechos, la niña hizo unos dibujos muy gráficos de lo que le ocurría. Un juzgado de Lugo, creyendo la versión de la menor, puso al padre una orden de alejamiento de la pequeña hasta enero de 2022. Esto supuso la suspensión de las visitas al padre durante los fines de semana. Pero el Institutos de Medicina Legal no le dio credibilidad. Y, finalmente, la causa se archivó de forma provisional.

A partir de entonces llevan dos años de auténtico calvario, aseguran. Un juzgado de familia de A Coruña ha obligado a la niña a ver a su padre y los abusos se han vuelto a repetir. Fue en septiembre y en diciembre cuando la niña ha vuelto a sufrir abusos sexuales por parte de su padre tras pasar un fin de semana. "Cuando recibe una videollamada de él (su padre), o sabe que va a llegar el fin de semana, se hace pis por las noches", explica la madre.

Además, recientemente, han aportado a los diferentes juzgados un informe donde encontraron restos de ADN masculino en la ropa interior de la niña. La pequeña, que ahora tiene 7 años, está en tratamiento psicológico, tiene fuertes dolores de tripa y le cuesta dormir sin ayuda. "Presenta claros síntomas de abusos sexuales y hay vestigios de ADN y nadie hace nada", lamenta la madre.

Pese a todas estas pruebas, la madre se siente en un callejón sin salida: incumplir la ley para proteger a su hija, a la que ningún juzgado ha vuelto a escuchar, o dejar ver a su presunto abusador.

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