'Aquí no hay quien viva'
Un vecino de Málaga desvela a Andrea Ropero los dos detalles que delatan a un piso turístico: "Se detectan muy fácilmente"
Alejandro Villén, vecino del centro de Málaga, explica en este vídeo la situación de su barrio después de que los precios de los alquileres se hayan disparado por la proliferación de pisos turísticos. En este vídeo, señala cómo detectarlos.
Andrea Ropero acompaña a Alejandro Villén, uno de los pocos vecinos que quedan en el centro de Málaga, para analizar la compleja situación con la vivienda que hay en estos momentos en la ciudad andaluza, donde los alquileres en el centro superan los 1.000 euros al mes y en muchos de ellos se exige dejarlo durante la época de verano, mientras se dispara el número de pisos turísticos.
A pie de calle, Andrea pasea con Alejandro por su barrio. En el vídeo sobre estas líneas, el vecino le explica que más del 50% de los pisos de una calle se dedican al alquiler turístico. "Se detectan muy fácilmente", afirma Alejandro, que le da a la reportera de El Intermedio dos detalles infalibles para descubrirlos: entradas con código y "sobre todo los balcones, que tienen plantas de plástico que no requieren mantenimiento".
Andrea descubre en una ventana uno de estos candados con código donde se guardan las llaves, lo que, señala Alejandro, "está prohibido": "Es de la fachada del edificio, pero cualquiera te pone un candado en cualquier sitio".
Ya en una de las calles principales de Málaga, el vecino explica que "esto es todo un resort turístico, aquí ya no hay vida de barrio". Además, apunta que se trataba de "una calle muy degradada" que el Ayuntamiento "se ha dedicado a arreglarlo y decir que es el gran éxito del turismo, pero lo hemos pagado con nuestros impuestos".
"Aquí se está moviendo mucho dinero, no para limpiadores, sino dinero inmobiliario", comenta Alejandro, que apunta a inversores extranjeros, constructores y recuerda que "en la Costa del Sol hay muchos problemas de corrupción y mucho dinero que lavar".