80 aniversario de la liberación de Auschwitz
Franco nunca fue el "salvador de los judíos": así colaboró España con el Holocausto
Los detalles El dictador presumió durante décadas de haber colaborado a salvar a los judíos del exterminio nazi, pero en realidad permitió que miles de ellos acabasen en los campos de concentración.
Este lunes se cumplen 80 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz. El 27 de enero de 1945, el mundo vio cómo era la industria de la tortura, la esclavitud y la muerte en la Alemania nazi. Por los campos de concentración alemanes pasaron 9.328 españoles, de los que 5.185 murieron ejecutados o víctimas de los trabajos forzados.
La mayor parte de ellos eran republicanos, aunque no todos. También murieron judíos españoles. La mayoría de ellos no nacieron en nuestro país, ni siquiera vivían en España, pero eran ciudadanos españoles por descendencia. Francisco Franco, que durante décadas presumió de ser el "salvador de los judíos", dejó que se convirtiesen en víctimas del exterminio nazi.
Adolf Hitler avisó a Francisco Franco de que, si no colaboraba, Alemania se haría cargo de ellos. El régimen los abandonó a su suerte sabiendo que se trataba de ciudadanos españoles que estaban destinados a una muerte inevitable. Franco no se preocupó por ellos, pero sí por su dinero. Al ser considerados españoles, el patrimonio de esos judíos estaba protegido. Alemania no podía confiscar sus bienes al tratarse de ciudadanos de un país neutral en la Segunda Guerra Mundial, y el Gobierno de Franco los reclamó.
Pero España no solo permitió que los judíos españoles acabasen en manos de los nazis, ya que hizo lo mismo con los que llegaron huyendo de la guerra. Se estima que llegaron al país entre 25.000 y 50.000 judíos, pero el régimen franquista les impidió quedarse en España, contribuyendo a que muchos de ellos terminasen en los campos de concentración en los que se perpetró el Holocausto.
Franco solo empezó a colaborar con los judíos cuando empezó a ver que Alemania iba a perder la guerra. Permitió que algunos de ellos escapasen del horror para blanquear su imagen y que el panorama internacional no viese a Franco como colaborador de Hitler, aunque no fue suficiente.
La única colaboración real de España con los judíos fue la que hicieron algunos diplomáticos que, a espaldas del régimen, les concedieron la documentación necesaria para huir. De esos actos, que se hicieron contra las directrices de Franco, presumió el dictador tras la guerra para vender su imagen de "salvador de los judíos".