COMO SI FUERA UNA COMETA

China prueba un cohete que no deja basura espacial orbitando

Una vela de 25 metros cuadrados traerá de vuelta a la atmósfera al cohete Gran Marcha 2 Dingyao 64, lanzado el pasado 23 de junio.

Basura espacialjohan63 para iStock

Cada año se lanzan más cohetes y satélites al espacio. Sin embargo, cuando su tiempo de trabajo termina, muchos de ellos se quedan orbitando o vagando por el espacio sin control alguno. Ahora China prueba un dispositivo para evitar que la basura espacial siga creciendo.

De hecho, según un estudio reciente, en diez años habrá una posibilidad de entre el 6 y el 10 % de que restos de cohetes puedan herir a personas si entran de nuevo en la atmósfera. Por eso la Academia de Tecnología Aeroespacial de Shanghái está probando un nuevo dispositivo.

Este se lanzó al espacio el pasado 23 de junio en el cohete Gran Marcha 2 Dingyao 64. Tres días más tarde, el 26, su sistema de salida de órbita, la vela desarrollada por los chinos, se desplegó con éxito. Aunque se espera que el cohete se mantenga en el espacio durante dos años, se ha preparado dicha vela para que después entre de nuevo en la atmósfera y no se convierta en desechos espaciales.

En total, el cohete lanzado por China pesa unos 300 kilogramos, y la vela, que está unida a la etapa superior del cohete, se ha extendido exitosamente y ocupa unos 25 metros cuadrados. El material de su superficie es extremadamente delgado y el grosor "es inferior a una décima parte del diámetro del cabello", relatan desde la Academia de Tecnología Aeroespacial.

Cómo sería la reentrada en la Tierra

Por tanto, el nuevo cohete chino se encuentra actualmente orbitando la Tierra a unos 490 kilómetros sobre ella. Los científicos esperan que después de dos años este cohete sea capaz de volver al planeta atravesando la atmósfera gracias a la acción de la vela. Esta produciría un aumento de la resistencia atmosférica, acelerando el abandono de la órbita y la entrada en la capa de aire terrestre.

Se estima que, al entrar en la atmósfera, el cohete se desintegre. De esta forma, y si todo sale exitosamente, China lograría no contribuir a crear más basura espacial que flota sin rumbo fijo. Para la Academia que ha desarrollado esta sinergia entre cohete y vela, esta es una oportunidad de "desarrollar nuevos mercados y generar nuevos beneficios".

Antes de enviarla al espacio, la Academia ya realizó pruebas para que esta misión fuera "infalible". Para ello, sometieron a la vela y al cohete a ensayos de detección de estrés ambiental, de alta y baja temperatura, vacío térmico, entorno mecánico despliegue de la vela, comunicación, iluminación y la adaptabilidad y confiabilidad de la estructura al entorno del espacio.

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