TEORÍA DE LOS AÑOS 40

La ciencia lo confirma: el enemigo de tu enemigo es tu amigo

Aunque parezca que no, este descubrimiento puede tener muchas aplicaciones.

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Siempre se ha dicho algo así como "el amigo de mi amigo es mi amigo". Y no, no es una frase hecha. Se trata de una teoría enunciada en la década de 1940 por el psicólogo austríaco Fritz Heider: la teoría del equilibrio social, que explica cómo los seres humanos se esfuerzan innatamente por encontrar la armonía en sus círculos sociales.

En ella también se asegura que los amigos de nuestros enemigos son nuestros enemigos, que los enemigos de nuestros enemigos serían amigos y que, finalmente, los enemigos de los amigos, se convierten en enemigos para nosotros. Sin embargo, nunca había podido ser probada científicamente. Hasta ahora.

Un grupo de investigadores de la Universidad Northwestern han utilizado la física estadística para confirmar la teoría. Tal y como explican en un comunicado, hicieron algo que hasta ahora nadie había hecho: integraron con éxito las dos piezas que hacen funcionar el marco social de Heider. En la vida real, no todo el mundo se conoce, y algunas personas son más positivas que otras.

Los investigadores saben desde hace tiempo que cada factor influye en los vínculos sociales, pero los modelos existentes sólo habían tenido en cuenta un factor a la vez. Al incorporar los dos, el resultado confirmó por fin la famosa teoría unos 80 años después.

Para llevarlo a cabo, este nuevo modelo creado por los expertos, contenía una serie de nodos que se relacionaban entre sí de forma negativa, creando enemigos, o positiva, favoreciendo la amistad.

En un modelo tradicional, todos los nodos tendrían la misma posibilidad de encontrarse, pero eso no ocurre en la vida real. Como hemos mencionado, no todo el mundo se conoce. Por eso, los valores positivos y negativos se repartieron aleatoriamente siguiendo las estadísticas de valores positivos o negativos establecidas en los datos de los que disponían.

Además, también se tuvo en cuenta que no todas las personas tienen la misma probabilidad de desarrollar relaciones positiva o negativas. Los más amigables se decantan por las positivas y eso también debe tenerse en cuenta a la hora de analizar la relación entre enemigos y amigos.

Los resultados, publicados en la revista Science Advances, revelaron que efectivamente, los enemigos de los amigos son enemigos, los enemigos de los enemigos, amigos, y que los amigos de nuestros enemigos son enemigos.

Aplicaciones

Este nuevo descubrimiento podría ayudar a los investigadores a comprender mejor la polarización política y las relaciones internacionales, así como cualquier sistema que comprenda una mezcla de interacciones positivas y negativas, como las redes neuronales o las combinaciones de fármacos.