¿LO SABÍAS?

El ejercicio físico reduce el apetito

Principalmente por la mañana. Lo más importante es la intensidad a la que se realiza.

Ejercicio físicoPixabay

Más allá de los obvios beneficios físicos, el ejercicio tiene otras influencias positivas: mejora la memoria y el aprendizaje, es efectivo contra la depresión y la ansiedad y ayuda a combatir el sedentarismo. Y a todos estos habría que sumarle uno más destacado por un reciente estudio: saciar el apetito.

Según un estudio publicado en el Journal of the Endocrine Society, el ejercicio intenso suprime más los niveles de hambre en adultos sanos que el ejercicio moderado, y las mujeres pueden ser especialmente susceptibles a esta respuesta.

El estudio examina los efectos de la intensidad del ejercicio sobre los niveles de grelina y el apetito entre hombres y mujeres. La grelina es conocida como la "hormona del hambre" y está asociada con las percepciones del hambre. Por ejemplo, los niveles de grelina en sangre son más altos antes de las comidas cuando tenemos hambre, y vuelven a niveles más bajos después de las comidas. Ayuda a prepararse para la ingesta de alimentos aumentando los movimientos involuntarios del estómago y estimulando la secreción de ácido gástrico.

"Descubrimos que el ejercicio de alta intensidad suprimía los niveles de grelina más que el ejercicio de intensidad moderada – explica la líder del estudio, Kara Anderson -. Además, descubrimos que las personas sentían menos hambre después del ejercicio de alta intensidad en comparación con el ejercicio de intensidad moderada".

La grelina circula en formas aciladas (AG) y desaciladas (DAG), que se sabe que afectan el apetito. Los datos sobre el impacto de la intensidad del ejercicio en los niveles de AG y DAG, y sus efectos sobre el apetito, son escasos y se limitan principalmente a los hombres, señaló el estudio.

Lo que sí se sabe es que esta hormona participa en la regulación del proceso de homeostasis energética, uno que controla tanto el aporte de energía (al regular las señales de hambre) como el gasto de energía (al controlar el "interruptor" que determina la proporción de energía destinada al metabolismo). Por si esto fuera poco, también se ha demostrado que la grelina tiene efectos biológicos en áreas que incluyen el equilibrio energético, el apetito, la homeostasis de la glucosa, la función inmunológica, el sueño y la memoria.

De este modo, el ejercicio podría contribuir a reducir la presencia de esta hormona y así, reducir nuestro apetito. Y aún así, quedan muchas incógnitas.

Para abordar esta deficiencia de conocimientos, el estudio examinó a ocho hombres y seis mujeres. Los participantes ayunaron durante la noche y luego completaron ejercicios de distintos niveles de intensidad, determinados mediante mediciones de lactato en sangre (un indicador de los niveles de fatiga y consumo de oxígeno), seguidas de mediciones de apetito informadas por ellos mismos.

Los resultados mostraron que las mujeres tenían niveles más altos de grelina total al inicio de las pruebas, en comparación con los hombres, señaló el estudio. Pero solo las mujeres demostraron "AG significativamente reducido" después del ejercicio intenso.

"Encontramos que la intensidad moderada no cambió los niveles de grelina o condujo a un aumento neto – explica el estudio -. Estos hallazgos sugieren que el ejercicio por encima del umbral de lactato puede ser necesario para provocar una supresión de la grelina". El mencionado umbral de lactato está condicionado por la intensidad de ejercicio, cuando el ácido láctico empieza a acumularse en la corriente sanguínea.

Los investigadores también reconocieron que se necesita más trabajo para determinar en qué medida los efectos del ejercicio difieren según el sexo. Y para ello se precisa un universo de estudio (número de voluntarios, edades diferentes y distintos estados físicos) mucho mayor.

"El ejercicio debe considerarse como una "medicina" y la "dosis" debe personalizarse en función de los objetivos personales de cada persona – concluye Anderson -. Nuestra investigación sugiere que el ejercicio de alta intensidad puede ser importante para la supresión del apetito, lo que puede ser particularmente útil como parte de un programa de pérdida de peso".