Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
A TRAVÉS DE X
La novedad de este vuelo es que la impresionante máquina Mechazilla será la encargada de atrapar el cohete en su descenso.
Ya son cuatro los lanzamientos que ha efectuado la Starship de SpaceX. En el primero, Super Heavy no llegó a separarse de Starship. La operación falló, el cohete comenzó a girar incontroladamente y se autodestruyó tras cuatro minutos de vuelo. Para entonces, 8 de sus 33 motores Raptor habían dejado de funcionar.
Durante el segundo, el sistema de separación de las dos etapas funcionó, pero el vuelo no llegó a los 9 minutos de duración. Tras la separación, Super Heavy debía utilizar 13 de sus motores para seguir el vuelo y realizar un aterrizaje controlado en el Golfo de México.
Sin embargo, varios de esos motores se apagaron hasta que "un motor falló energéticamente, lo que rápidamente llevó a una desintegración no programada rápida del propulsor. La desintegración del vehículo ocurrió más de tres minutos y medio después del lanzamiento a una altitud de 90 km sobre el Golfo de México", explicó SpaceX.
El tercero, al fin, realizó un trayecto previsto de casi una órbita alrededor del planeta. A pesar de ello, no sobrevivió a las duras condiciones de su reentrada a la Tierra. Algo que sí consiguió el cuarto lanzamiento.
El Super Heavy logró aterrizar por primera vez. El propulsor se estabilizó con éxito y no tuvo problemas con el suministro de oxígeno de los motores, como había pasado en dos ocasiones por bloqueos en los filtros.
Una vez superado esto, Elon Musk ya tiene la mente puesta en ese quinto lanzamiento que, tal y como afirmaba a través de su cuenta oficial de X, tendrá lugar a finales de julio. Uno de los objetivos de todo esto es utilizar la nave Starship para llevarnos de vuelta a la Luna a través de la misión Artemis II.
Una de las novedades que incluirá este quinto vuelo es la presencia de Mechazilla, una gigantesca máquina atrapa cohetes y cuya estructura deberá sujetar al Starship durante su aterrizaje de regreso, algo que requiere de mucha precisión y dificultad.
En el anterior lanzamiento, el Super Heavy consiguió aterrizar sobre el Golfo de México, en el Océano Pacífico. Sin embargo, lo que se pretende ahora es aterrizar en tierra firme. Mechazilla será la encargada de atrapar el cohete en su descenso para volver a colocarlo en la plataforma e instalar una nueva primera etapa.