Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
SE PUEDEN FOTOGRAFIAR
Coger conchas en la playa es algo que hemos hecho todos. Pero, ¿sabías que recoger conchas es algo que no deberías de hacer?
Coger conchas en la playa es algo que hemos hecho todos. Las solemos utilizar como recuerdo cuando vamos a alguna playa en la que nunca hemos estado. En otros casos como regalo, adornadas con arena de alguna playa especial gracias a los momentos que hemos pasado en ella. Pero, ¿sabías que recoger conchas es algo que no deberías de hacer?
El primer motivo es bien sencillo y no requiere de ningún tipo de misterio: Las conchas aportan una gran cantidad de funciones a los ecosistemas de las playas. De acuerdo a un estudio realizado en la playa Llarga de Barcelona, el número de conchas se redujo en un 60% en apenas 30 años, en gran parte debido a la actividad humana.
Las conchas, que son restos de moluscos muertos, desempeñan roles cruciales en los ecosistemas costeros. Según este estudio no se trata solo de llevarse un bonito recuerdo a casa, sino de entender que cada concha juega un papel vital en la estabilidad y biodiversidad de la playa frenando el arrastre de la arena durante las mareas. Sin estas estructuras, la arena es arrastrada más fácilmente, afectando la consistencia de la playa y alterando su forma natural.
Por otra parte, en las conchas viven muchos organismos que utilizan estos restos de moluscos como hogar o refugio; desde algas, pasando por hierbas marinas. Incluso los cangrejos ermitaños dependen de ellas para su protección.
Hay muchos más motivos. Aportan carbonato de calcio, que una vez disuelto en el mar, se deposita en el fondo del mar, contribuyendo a procesos vitales para muchos organismos marinos, incluidos los corales. Se suma también el que los pájaros las utilizan para construir sus nidos.
En muchas partes del mundo, la recolección de conchas está prohibida por ley, debido a su impacto en especies y ecosistemas frágiles. Un caso destacado ocurrió en Florida en 2018, donde una mujer fue multada con 500 dólares y encarcelada por 15 días por recoger conchas de una especie en peligro de extinción.
Este fenómeno no es aislado. La disminución de conchas, especialmente notable en los meses de verano con mayor afluencia turística, sugiere que la presión humana está modificando significativamente el entorno costero. De hecho, en playas populares o áreas con alta densidad de turistas, esta práctica contribuye a la pérdida de biodiversidad y estabilidad del ecosistema.
Los expertos recomiendan que, en lugar de llevarse conchas a casa, los visitantes aprecien y fotografíen estos elementos naturales in situ. Así, pueden disfrutar de la belleza de la playa sin perjudicar el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos. Conservar las conchas en su entorno natural no solo proteger la biodiversidad sino que también asegura que las futuras generaciones puedan disfrutar de playas saludables y vibrantes. Una concha puede parecer insignificante, pero su ausencia afecta profundamente el equilibrio natural del entorno marino. Pequeñas acciones tienen grandes impactos.