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PSEUDOTERAPIA
La técnica basada en aplicar ventosas sobre la piel para succionar la superficie cutánea promete mejorar la circulación sanguínea o aliviar el dolor muscular.
¿Has oído hablar alguna vez del cupping? ¿Te lo has realizado? Recientemente, Sanidad ha incluido esta la terapia con ventosas en su lista de pseudoterapias, advirtiendo de que sus riesgos podrían superar los beneficios y que no existe evidencia científica sólida que la respalde para ciertas patologías. Te contamos en qué consiste.
Como mencionábamos, esta técnica utiliza copas (de cristal, plástico u otros materiales) que se aplican sobre la piel en puntos determinados del cuerpo. Se crea un vacío (succión) ya sea calentando la copa o usando bombas o ventosas mecánicas. Hay modalidades "seco" (dry cupping) y "húmedo" (wet cupping). En el húmedo se realizan pequeñas incisiones o rasguños en la piel para generar sangrado antes de aplicar la ventosa. El objetivo es aliviar dolores, contracturas, inflamaciones, o mejorar la circulación.
Sanidad lo clasifica como pseudoterapia, es decir, una técnica que se promociona con fines sanitarios, pero cuya eficacia y seguridad no están suficientemente avaladas por estudios científicos rigurosos.
Según los informes de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS (RedETS), el cupping no se puede considerar una terapia segura para patologías osteomusculares, en particular en su versión húmeda. Se indica que los estudios existentes tienen calidad baja, lo que impide sustentar con certeza que el cupping tenga efectos clínicos relevantes.
Si la técnica no se realiza correctamente o en personas con condiciones particulares puede conllevar riesgos como:
Por ello, Sanidad recomienda no promover el cupping como tratamiento curativo, advertir a los ciudadanos para que sepan que algunas prácticas que ven en redes sociales o establecimientos de bienestar no están avaladas ni reguladas, y pueden implicar riesgos y que, si alguien decide utilizarlo, lo haga con profesionales adecuados, con medidas de higiene estrictas, conocimiento de las contraindicaciones, y sin esperar resultados milagrosos.