SEGÚN UN ESTUDIO

¿Puede el ejercicio intenso ser peor para nuestra memoria? La ciencia responde

A pesar de que el ejercicio es saludable para nuestro cerebro, un estudio ha demostrado que las personas que realizan un ejercicio moderado gozan de una mejor memoria episódica que aquellos cuya actividad es más intensa.

Los científicos han demostrado en numerosas ocasiones que el ejercicio físico es esencial para gozar de una buena salud mental. Pero no solo eso, también han estudiado cómo el deporte afecta a nuestra memoria. Y es que, hasta ahora se pensaba que el ejercicio físico intenso era nutritivo para nuestro cerebro. No obstante, un estudio ha analizado que dependiendo de la intensidad del ejercicio, los resultados pueden ser muy diferentes.

Así lo han valorado un grupo de expertos estadounidenses de Dartmouth College, quien a través de un estudio identificaron que las personas que hacían ejercicio regularmente pero moderado, tenían una mejor memoria episódica que aquellos que realizaron un ejercicio más intenso. Lo que significa que los individuos que realizaban ejercicio moderado podían recordar mucho mejor eventos específicos, al contrario que los que realizaban un ejercicio más duro, que lo que provocaba era un aumento de la memoria espacial y podían recordar mejor los lugares.

Todo ello indica que dependiendo del nivel de actividad que ejerzamos, nuestro ejercicio puede afectar de una forma u otra a nuestro cerebro, lo que supone diferentes impactos.

El estudio recogió datos de 113 personas

Ejercicio Físico | Pixabay

El estudio, publicado en Scientific Reports, sorprendió a los propios investigadores puesto que pensaban "que el ejercicio más intenso se correlaciona con una memoria más fuerte y una mejor función cerebral en general". Para llegar a esta conclusión, se tomaron datos de 113 usuarios de FitBit, un reloj inteligente que además de monitorear la frecuencia cardíaca, recoge otros indicadores de salud y movimiento.

Tras acumular datos durante un año, los participantes también respondieron encuestas sobre salud mental y realizaron pruebas de memoria. En estas pruebas se les pidió memorizar palabras, vídeos cortos, simular el aprendizaje de un idioma extranjero y recordar dónde se colocaron algunos objetos.

Los resultados fueron totalmente inesperados cuando fueron conscientes de que aquellos que habían ejercido actividades moderadas se habían desenvuelto mejor en las pruebas y aquellos que habían tenido un ejercicio más estricto e intenso.

Aún así, lo que está claro es que las personas que hacen ejercicio del tipo que sea tienen una mejor memoria que aquellas personas sedentarias.

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