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FUENTES DE PROTEÍNAS
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria es el organismo encargado de analizar y aceptar nuevos alimentos, como los insectos. Estos son los que actualmente se comercializan.
Lo de comer insectos no es una moda ni nada nuevo. En algunos países asiáticos, como Vietnam, como gusanos de seda o larvas de escarabajo. Sin embargo, en la Unión Europea no está tan extendido su consumo. Por ello, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, se encarga de calificar y analizar estos alimentos nuevos para su posterior autorización de venta y consumo en los estados miembros.
Insectos aprobados para comer en la UE
La EFSAes la agencia encargada de regular los alimentos novedosos que se pretenden comercializar en la UE. Respecto a la aprobación de insectos como alimentos aptos para el consumo humano, el químico y científico alimentario de la Autoridad comenta que "los insectos son organismos complejos, por lo que caracterizar la composición de los alimentos derivados de ellos represente un desafío. Es fundamental comprender su microbiología, teniendo en cuenta también que se consume todo el insecto".
En la actualidad, son tres los insectos que la Comisión Europea ha aceptado para su comercialización y consumo. En 2021 se aprobó el gusano de harina y la langosta migratoria y, ahora, ha sido el turno del grillo doméstico. Este último puede consumirse como aperitivo cuando está seco, o también como ingrediente en galletas o productos ricos en proteínas.
Muchos nuevos productos que aprobar
Asimismo, y además de estos tres insectos ya aprobados, la EFSA trabaja en más solicitudes de otros alimentos novedosos en la Unión Europea, como los "productos a base de hierbas, los alimentos a base de algas y las frutas no autóctonas" de Europa, tal y como describen.
Por otro lado, existen alimentos novedosos que no están aprobados, pero que ya tienen un permiso para comercializarse porque están en fase "transitoria". Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, existe un grupo de insectos que se encuentran "acogidos a las medidas transitorias establecidas en el Reglamento(UE) 2015/2283" y que, por lo tanto, actualmente pueden comercializarse en el mercado europeo hasta que se tramite su aceptación.
Estos insectos son: Acheta domesticus o grillo doméstico, Tenebrio molitor o gusano de la harina, Locusta migratoria o langosta migratoria, Gryllodes sigillatus o grillo doméstico tropical, Schistocerca gregaria o langosta del desierto, Alphitobius diaperinus o escarabajo oscuro, Apis mellifera o abeja doméstica y Hermetia illucens o mosca soldado negra.
Las actitudes de 'asco' hacia los insectos pueden cambiar
Puede ser que, a simple vista, la idea de consumir un insecto no convenza al consumidor. Sin embargo, para Giovanni Sogari, investigador de la Universidad de Parma, en Italia, "Existen razones cognitivas derivadas de nuestras experiencias sociales y culturales (el llamado 'factor del asco'), que hacen que la idea de comer insectos sea repulsiva para muchos europeos". Además, en la información proporcionada por EFSA, Sogari añade que "con el tiempo y la generalización de tales alimentos, estas actitudes pueden cambiar".
Por otro lado, el consumo de insectos se ve como una ingesta de proteínas que puede beneficiar la dieta de una persona, además del medio ambiente. En declaraciones para EFSA, el estadístico italiano Mario Mazzocchi, explica que "Existen claros beneficios ambientales y económicos en la sustitución de las fuentes tradicionales de proteínas animales por otras que requieren menos alimento, generan menos residuos y producen menos emisiones de gases de efecto invernadero. Unos costes y precios más bajos podrían mejorar la seguridad alimentaria, y la nueva demanda también abrirá oportunidades económicas, aunque estas también podrían afectar a los sectores existentes".
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