PROBABILIDADES DE COLISIÓN ENTRE PLANETAS

Unas "simetrías secretas" protegerían a la Tierra del caos del universo y de una posible colisión con otro planeta

Un estudio revela que, si no fuera por una "barrera práctica" el equilibrio que existe en el sistema solar no sería posible y la Tierra probablemente desapareciera.

Sistema solarAnastasiia_M para iStock

Mediante la observación de los planetas y sus movimientos, los astrónomos son capaces de dibujar sus órbitas e incluso conocer cuándo ocurrirá el siguiente eclipse. Sin embargo, la incertidumbre que existe al no conocer las medidas exactas podría hacer que un planeta como la Tierra desapareciera.

De hecho, en teoría podría no existir porque las órbitas de los planetas del sistema solar interno (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) son caóticas y, en teoría, ya deberían haberse estrellado entre sí. Pero unas "simetrías secretas" lo han evitado, al menos hasta ahora, tal y como defiende un nuevo estudio.

Desde hace siglos, los científicos han estudiado el movimiento de los planetas del sistema solar. Han descubierto que estos cuatro planetas interiores están limitados por ciertos parámetros que actúan como una "atadura". De esta forma, se evita el caos en el sistema y que choquen entre ellos, según explican en 'Live Science'.

Qué es un planeta impredecible

Los planetas, con sus movimientos de rotación y traslación, ejercen constantemente una atracción gravitatoria mutua entre sí. Estos tirones hace que, de forma periódica, sus órbitas vayan cambiando, aunque no se sepa con exactitud cuánto.

Por ejemplo, si la incertidumbre respecto a la posición de un planeta es de 15 metros, se espera que en diez millones de años sea de 150; y en 100 millones de años sea de 150 millones de kilómetros. Esto se traduciría como un 1 % de probabilidad de colisión planetaria a muy largo plazo comparado con la vida humana, pero no a tanto comparado con la del universo.

"Básicamente, no tienes idea de dónde está el planeta", señaló el autor del estudio Jacques Laskar. Así que él y su compañero Federico Mogavero identificaron por primera vez unas "simetrías" o "cantidades conservadas" en las interacciones gravitatorias de los planetas.

Estas distancias crearían una "barrera práctica en el caótico deambular de los planetas" que evitaría su colisión en la mayoría de los casos. Sería como el borde de un plato: evita que la comida se caiga del recipiente aunque, si se llena mucho, no podrá hacer nada.

De cara al futuro, esta investigación puede resultar útil para estudiar la armonía en el sistema solar y para conocer y comprender las trayectorias de otros exoplanetas que aún están por descubrir.