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EN EL SEGUNDO TRIMESTRE
Un nuevo estudio relaciona una mayor exposición al paracetamol durante el embarazo con retrasos en el lenguaje en los niños.
El consumo de paracetamol durante el embarazo podría estar relacionado con un aumento en los problemas de atención de los niños pequeños. Así lo detalla una reciente investigación, publicada en Science Direct, que se suma a estudios previos en los que el uso de manera frecuente de este medicamento en los meses de gestación está relacionado con problemas de desarrollo de los futuros hijos.
A pesar de que el paracetamol se considera uno de los analgésicos más fiables para tomar durante el embarazo, estudios anteriores han encontrado evidencia de una variedad de posibles resultados negativos para los niños expuestos a este medicamento durante la gestación.
Esta investigación ha sido dirigida por Megan Woodbury, investigadora postdoctoral en la Universidad Northeastern en Boston y Susan Schantz, profesora de Biociencias comparadas de la facultad del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzada de la Universidad de Illinois. En ella se relacionó una mayor exposición al paracetamol durante el embarazo con retrasos en el lenguaje en los niños.
Para llevar a cabo el estudio se realizó un seguimiento de cientos de niños en el que se recopilaban datos sobre sus exposiciones prenatales a sustancias químicas y se pedía a sus progenitores que evaluaran sus comportamientos. En total, más de 300 niños fueron evaluados a los dos años, 262 fueron evaluados de nuevo a los tres y 196 a los cuatro años.
Algunos estudios previos no habían encontrado ninguna relación entre el empleo de este medicamento en el embarazo y la atención y el comportamiento en la infancia, quizás porque en la mayoría de ellos se preguntó a las participantes embarazadas sobre su uso de paracetamol como máximo una vez por trimestre. Sin embargo, en esta reciente investigación se preguntó a las madres embarazadas sobre su empleo de paracetamol seis veces en el transcurso del embarazo (aproximadamente una vez cada cuatro a seis semanas), ofreciendo una imagen más precisa de la magnitud y el momento de la exposición a este medicamento.
"Nuestro hallazgo más importante fue que con el aumento del uso de paracetamol por parte de las participantes embarazadas, sobre todo durante el segundo trimestre, sus hijos mostraron más problemas relacionados con la atención y conductas de tipo TDAH en todas las edades que medimos", explica Woodbury.
Sin embargo, los hallazgos no son una indicación de que los niños tengan un trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de que vayan a ser diagnosticados con TDAH en una fecha posterior. Simplemente, hay niños que pueden tener más problemas de atención en comparación con compañeros suyos cuya madre ingirió menos paracetamol o no ingirió durante el embarazo.
Esto no quiere decir que no se deba usar bajo ningún concepto. Existen dolores de cabeza, fiebre u otros síntomas peligrosos que requieran el uso de medicamentos. Eso sí, lo ideal sería tratar de no utilizarlo para dolores leves, molestias o fiebre baja.