POSIBLES AFECTADOS
El transporte será uno de los muchos sectores que van a verse afectados por las huelgas del jueves, como lo reconoció este martes el ministro del ramo, Clément Beaune, quien dijo que "será una jornada verdaderamente difícil".
La jornada de huelgas y manifestaciones que han organizado todos los sindicatos franceses este jueves 19 de enero contra la reforma de las pensiones del presidente, Emmanuel Macron, se va a traducir en la supresión del 20 % de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly.
Este es el porcentaje de anulaciones que la Dirección General de la Aviación Civil de Francia (DGAC) ha pedido a las compañías aéreas que operan en Orly, teniendo en cuenta la convocatoria de paro de los sindicatos de controladores aéreos.
En un comunicado publicado este martes, la DGAC indicó que para limitar las perturbaciones al tráfico aplicará las disposiciones sobre servicios mínimos en los centros de regulación aérea y en los servicios de navegación de los aeropuertos cuando la reglamentación lo permite.
No obstante, pese a las medidas preventivas, advirtió de que podrían producirse otras alteraciones y retrasos.
Con carácter general, la DGAC invitó a los pasajeros que puedan que retrasen sus viajes y que, en cualquier caso, se informen con su compañía sobre el estado de sus vuelos.
Se espera un gran seguimiento de los paros en la compañía estatal de ferrocarriles SNCF y en la entidad del transporte metropolitano de París RATP.
El simple anuncio de una huelga dura en las refinerías por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato en ese sector, ha provocado desde el fin de semana fenómenos de acaparamiento por parte de algunos automovilistas para evitar quedarse sin combustibles.
Este lunes, un 3,75 % de las gasolineras del país habían agotado algún tipo de carburante, un porcentaje más elevado de lo habitual, teniendo en cuenta que a comienzos de mes era del 0,5 %.
En la educación, el sindicato Snuipp-FSU prevé que un 70 % de los profesores de primaria harán huelga. El principal eje del proyecto de reforma de las pensiones del Gobierno de Macron es retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64 años.