Viajar y disfrutar
¿Pensando en esa foto que vas a hacerte con la Torre de Pisa? Te dejamos unas cuantas ideas para que no vayas con la mente en blanco.
Si tienes un viaje planeado a Pisa, seguramente una de tus mayores preocupaciones sea tener claro qué foto vas a hacerte en frente de la famosa Torre inclinada de Pisa. Y si no está dentro de tus preocupaciones, te aconsejamos que la apuntes porque en cuanto compruebes por ti mismo que realmente está imposiblemente inclinada querrás inmortalizarlo de la mejor de las maneras.
Siempre puedes emplear el método tradicional: colocarte justo a un lado y a cierta distancia, de tal manera que parezca que has quedado prácticamente a su misma altura. Una vez así, solo tendrás que empujar y esperar que la persona que está ejerciendo de fotógrafo haga bien su trabajo. También puedes apoyarte en ella.
Y ahí va una sugerencia poco vista pero que puede quedar muy bien: túmbate en el suelo, de espaldas al fotógrafo, abre las piernas y sostén la Torre con tus manos, de tal manera que quede justo ante ti, con la intención de dar sensación de estar cogiéndola desde abajo. No es fácil dar con la perspectiva adecuada, pero terminas cogiéndole el truco.
Si además encuentras a una persona que ejerza de aliada, siempre podéis optar por otra fotografía clásica: que uno empuje y el otro sienta que se le cae encima.
Los más aventureros deben saber que, todavía a una distancia considerable de la Torre en cuestión, existen una serie de bolardos a los que uno puede subirse. Las posibilidades en este sentido son infinitas; podéis optar por sostener con vuestras manos la Torre o incluso abrazarla, aunque esta segunda opción entraña más dificultad. Hay quien se anima a salir saltando, dejando así la sensación de estar empujándola de una patada.
Sabed también que los selfies han llegado a Pisa para quedarse. Uno de los más originales consiste en, siempre desde la perspectiva ideal, sostener la Torre como si fuera un helado; si optáis por esta opción, queda mejor si vosotros mismos ponéis el cono.