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El Pueblo Viejo de Belchite, que quedó en ruinas tras la guerra civil, ha sido incluido en el Fondo Mundial de los Monumentos (WMF, en sus iniciales en inglés) para su preservación como lugar de memoria y reflexión y por su rico patrimonio cultural.
El Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza), que acaba de ser incluido por el Fondo Mundial de los Monumentos en su lista anual de sitios necesitados de protección junto a Gaza, los caminos incas y la Luna, es un recuerdo vivo del horror de las guerras que visitaron en 2024 más de 38.000 personas.
Es una cifra inferior a las 43.000 del año anterior a consecuencia del cierre temporal del espacio para el rodaje de The Walking Dead: Daryl Dixon, en 2024. Unas 6.000 personas fallecieron en Belchite, entre población civil y militar, en el transcurso de la conocida Batalla de Belchite que se desarrolló entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937.
Ubicado a 40 kilómetros de Zaragoza, el municipio cuenta con 75 supervivientes de la Guerra Civil censados, algunos de los cuales nacieron con posterioridad a esta contienda.
Esta semana, el jurado internacional del Fondo Mundial de los Monumentos (WMF, en sus iniciales en inglés) anunció los 25 sitios seleccionados de entre las 212 candidaturas presentadas en esta edición. Entre ellas, el Pueblo Viejo de Belchite que quedó en ruinas tras la guerra civil.
Esta decisión busca preservar el pueblo como un lugar de memoria y reflexión para que las generaciones presentes y futuras comprendan la tragedia de la guerra; poner de relieve los serios problemas de conservación de su rico patrimonio cultural y apoyar el turismo sostenible en la región, explica WMF, fundado en 1965 por el coronel estadounidense James A. Gray y con sede en Nueva York.
"La guerra y el deterioro que ocasiona el paso del tiempo, no sólo en edificios, sino en la memoria de lo que aconteció, cobran fuerza en Belchite, evocando cualquier entorno destruido por las luchas y recordando a las nuevas generaciones que algo así no debe volver a repetirse", explica la Fundación Belchite, dedicada a la promoción cultural y turística de la zona.
Tras 80 años de abandono, las estructuras que quedan del Viejo Belchite necesitan una conservación urgente. El lugar fue protegido con una valla y se abrió a visitas guiadas en 2013, pero muchas estructuras de importancia histórica afrontan un derrumbe inminente.
Al ritmo actual de deterioro, se estima que en 20 años los monumentos más notables habrán desaparecido. Terminada la guerra, Franco decidió no reconstruir el pueblo sino crear uno nuevo al lado, mientras que las ruinas del anterior se dejaron intactas como recuerdo de la Guerra Civil.
Belchite fue una ciudad histórica cuyos orígenes se remontan a más de dos mil años, a la época romana. Durante la Edad Media se convirtió en un próspero centro de producción agrícola y administración para la región en general.
La arquitectura única de la ciudad, con iglesias, sinagogas y casas de estilos renacentista, barroco y vernáculo, reflejaba su historia como lugar de coexistencia de poblaciones cristianas, musulmanas y judías hasta el siglo XV.