RODEADA DE NATURALEZA
En Portugal hay una pequeña localidad que forma parte de las Aldeas de Esquisto y que mucha gente no conoce. Sus casas de piedra y su ermita se funden con la naturaleza, convirtiéndola en un lugar muy especial para visitar.
En muchas ocasiones te hemos hablado de lugares increíbles que están en nuestro país vecino, Portugal. Como es el caso de Vila Real de San Antonio, una ciudad costera que hace frontera con España y que recuerda a Lisboa.
Y ahora queremos hablarte de Talasnal, la localidad más destacada y con más encanto de las Aldeias de Xisto. Las Aldeas de Esquisto son 27 pequeñas poblaciones que se extienden por las sierras de Lousã y Açor, hasta cerca de la Serra da Estrela.
Reciben este nombre por la piedra utilizada en la construcción de las casas y la más abundante en la región. Las diferentes tonalidades de esta roca, también utilizada en los pavimentos de las estrechas y sinuosas calles, se mezclan perfectamente con los colores del paisaje natural.
Desde hace mucho tiempo, Talasnal es la Aldea de Esquisto más visitada por su tamaño, distribución y por los numerosos detalles de la restauración de sus casas, que están adornadas con ramas de vid.
Talasnal se encuentra en la vertiente occidental de la sierra de Lousã, en la cuenca de la Ribeira de São João. Se encuentra a 12 km de Lousã, desde donde partimos hacia Cacilhas.
En una de las laderas orientadas al norte de la profunda cuenca fluvial de la Ribeira de São João, Talasnal está construido a lo largo de un pliegue que desciende abruptamente hasta el fondo del valle. Los edificios parecen desafiar las reglas del equilibrio al permanecer en pie en pendientes tan pronunciadas.
Si visitas esta pequeña aldea, es obligatorio dar un paseo por su calle principal para observar sus bonitas casas y donde también está la ermita, en una hornacina con cenefa de madera. En la aldea también hay dos almazaras y un manantial.