EN RUMANÍA
Si quieres viajar a París, pero por diversos motivos no es posible, te presentamos una alternativa ideal, principalmente por sus precios tan bajos. Podrás sentirte como en la capital francesa gracias a su arquitectura idéntica y a su propio Arco del Triunfo.
Sabemos que muchas veces las ciudades más populares del mundo también son las más caras. Por ello, si siempre has querido viajar a París por la belleza de sus calles, hoy tenemos una alternativa para ti. Se trata de una ciudad europea que también tiene una arquitectura muy similar a la parisina y, por supuesto, tiene un Arco del Triunfo. Sin embargo, los vuelos y los precios de la ciudad es mucho más bajo que los de París. Nos referimos a Bucarest.
La capital de Rumanía es también la quinta ciudad más poblada de la Unión Europea y se ha convertido en uno de los principales centros industriales y de transporte de la Europa Oriental. Sus calles son un claro ejemplo de la Belle Epoque, uno de los motivos por lo que se le conoce a esta urbe como "la pequeña París" o "la París del Este", a lo que también se suma sus avenidas arboladas y edificios neoclásicos, inspirados en el modelo Haussmann. Además, también cuenta con edificios de estilo Art Decó.
Sin embargo, por lo que es más conocida Bucarest es por su Arco del Triunfo. Este se sitúa en pleno centro de la ciudad, pero no es el que se construyó originalmente. El primero se edificó en 1878 para celebrar la independencia del país, pero más tarde se construyó otro en el mismo lugar tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, este fue demolido y finalmente se creó el actual en 1936.
El arco está decorado con bajorrelieves, esculturas, coronas y medallones en su fachada. Entre ellos destacan las caras del Rey Ferdinand y la Reina María, figuras clave en la la unificación de Rumanía en 1918. Sin embargo, también podremos apreciar varios nombres en el friso, pertenecientes a algunos soldados que lucharon en la Primera Guerra Mundial.
Además de su conocido y destacado Arco del Triunfo, Bucarest cuenta con otra serie de edificios de visita obligada. Uno de ellos es el Palacio del Parlamento, construido en su origen como Casa del Pueblo con 3.000 habitaciones y 330.000m2 de mármol y acero, pero que hoy en día alberga el Museo Nacional de Arte Contemporáneo.
Por otro lado, encontramos el Palacio Real, actualmente sede del Museo Nacional de Arte. Su construcción acabó en 1937 y se convirtió en la residencia oficial de los reyes hasta 1947, cuando comenzó el régimen comunista. En este palacio se exhibe la historia de la moneda.
También merece la pena visitar la Iglesia de Stavropelos, construida en 1724. De ella destaca su arquitectura brâncovenesca, un estilo procedente de este país y que se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII. Además de esta iglesia, también destaca la Catedral Patriarcal Ortodoxa Rumana, sede del patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana e igualmente de estilo brâncovenesco.
Por último, destacamos también la Casa de la Prensa Libre, un símbolo del régimen comunista; o la librería Carturesti Carusel, considerada una de las más bonitas del mundo.