Ni te la imaginas
En uno de nuestros países vecinos, Italia, encontramos una de esas islas malditas plagadas de misterios, leyendas y una trágica historia que sigue contándose con el paso de los años. Así es Poveglia.
Los amantes de los misterios y de las aventuras pueden estar contentos con el planeta en que nos ha tocado vivir, puesto que a lo largo y ancho del mundo hay cientos de lugares llenos de leyendas, historias imposibles y desapariciones que invitan a no acercarse al sitio en cuestión... al menos no mucho.
No demasiado lejos de España encontramos uno de esos lugares. Se trata de Poveglia, conocida popularmente como la isla del no retorno o, como se la ha llamado en los últimos años, la isla de la muerte. Situada en Italia, a pocos kilómetros de la bella Venecia, su historia es una historia sangrienta y por suerte o por desgracia la visita a la isla sigue estando prohibida.
La isla en cuestión está dividida en dos por un canal, como sucede con Venecia (aunque ésta tiene cientos de canales) y se dice que en ocasiones el mar sigue arrastrando restos de cadáveres que perecieron en Poveglia. ¿De dónde provienen estos cadáveres?
Como sabéis, durante el siglo XIV Europa vivió una terrible plaga de peste que acabó con un tercio de la población. Venecia fue uno de los lugares más afectados, por las condiciones del mismo, y cuando la peste se volvió incontrolable los cadáveres comenzaron a apilarse en las calles. El gobierno entendió que esa situación era insostenible, así que se decidió trasladar a los muertos a Poveglia, donde eran incinerados.
Como la peste no se detenía y la enfermedad seguía corriendo por las calles, se tomó una decisión mucho más controvertida: los enfermos, tanto niños como mujeres y hombres, también debían ser trasladados a Poveglia, donde sufrían el mismo destino que los ya fallecidos.
A partir de ahí, se han contado todo tipo de historias de la isla, que hasta entrado el siglo XX fue propiedad del gobierno italiano. Se sabe que se construyó un psiquiátrico, que también terminó cerrando porque nadie, ni pacientes ni equipo médico, terminaba de estar cómodo en la isla. También se ha dicho que varias familias han intentado establecer su residencia en ésta, pero han huido una detrás de otra. Esta es la historia de una de las islas malditas, que tenemos bien cerca de nosotros.