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Desayunos y meriendas

Este es el lugar de España donde se sirvió el primer chocolate caliente de toda Europa

Un chocolate caliente siempre es un acierto. ¿Sabías que el primero de toda Europa se sirvió en España? ¡No te puedes perder la curiosa historia!

Chocolate calientePixabay

Muchos son los que adoran tomar una taza de chocolate caliente. ¡Y no es para menos! Pues desde esa taza que sostenemos en nuestras manos hasta esa primera que se elaboró en un continente como es el europeo, ¡han pasado siglos! Tal y como ocurrió en su momento con las patatas o el tomate, el cacao vino de América tras los viajes realizados por Cristóbal Colón.

Es fácil imaginar que un alimento tan querido por todos como es el chocolate triunfara de inmediato. Pues… no fue el caso. Pasaron casi 20 años desde que, en Europa, se tuvo conocimiento de la existencia del cacao. Todo esto terminó cuando se preparó, por primera vez, una taza de esta bebida. Ahora bien, ¿en qué lugar se elaboró? ¡En España! Pero, ¿dónde concretamente? Nada más y nada menos que en el Monasterio de Piedra, ubicado en la provincia de Zaragoza.

Este dato lo ha ofrecido Bernal Díaz del Castillo, conocido cronista, en su esperada obra titulada ‘Historia de la Conquista de la Nueva España’. Cristóbal Colón, en su último viaje a las Américas, fue interceptado. ¿Por quién? Por una barca de gran tamaño de origen indígena. Su capitán, como manera de firmar la paz, le ofreció como obsequios objetos de cobre y diversos tejidos. Lejos de que todo quede ahí, ordenó a toda su tripulación que preparan una bebida amarga y de color oscuro.

A Cristóbal Colón y a sus acompañantes no les gustó en absoluto. La bebida en cuestión estaba elaborada nada más y nada menos que con cacao. En América era un producto muy apreciado, tanto es así que servía como moneda de pago. Cuando regresó Colón, cuando regresó a la Península Ibérica, mostró las habas de cacao a la Corte. ¡Y no despertó ningún tipo de entusiasmo!

Chocolates | Zarateman

Tan solo dos décadas después, cuando Hernán Cortés viajó a la Nueva España, decidieron darle una segunda oportunidad. ¡Ahí comenzó la imparable expansión por el viejo continente! Tal y como ha confirmado Luis Monreal Tejada, fue nada más y nada menos que Fray Jerónimo Aguilar, monje que participó en la conquista de México de Hernán Cortés. Él fue el que mandó esas habas de cacao al mismísimo abad del Monasterio de Piedra, puesto que ambos pertenecían a la misma orden.

Antonio de Álvaro, que por aquel entonces era el abad de este espectacular Monasterio, tenía las instrucciones necesarias para elaborar esa bebida oscura y amarga. Muchos fueron los que presenciaron ese momento histórico, en el que crearon por primera vez en Europa el mítico chocolate caliente que conocemos hoy en día.

Lo bueno de todo esto es que era un alimento que no estaba reflejado en el Antiguo Testamento y, por si fuera poco, se consumía líquido. Así pues, se consideraba que no rompía, en absoluto, el ayuno al que estaban sometidos los religiosos. Fue, por tanto, una espectacular fuente de alimento. ¡De ahí su rápida expansión por las diversas abadías!

Este alimento que históricamente llegó a Aragón procedía nada más y nada menos que de Guayaquil y Caracas. Por lo tanto, Zaragoza se convirtió en una de las plazas españolas donde el chocolate tenía, entre la gente más refinada, sus más fieles consumidores. ¡Es más! Se llegó a decir que, de toda España, no había cacao de mejor calidad que en esta ciudad aragonesa.