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En pleno verano lo que apetece es ir a la piscina y España esconde una de dimensiones colosales que, sorprendentemente, está fuera del alcance de los bañistas. Descubre el misterio detrás de esta impresionante piscina en la que no está permitido zambullirse.
Con el calor del verano, el sonido del agua, los destellos del sol reflejándose en la piscina, y un refrescante chapuzón parecen ser el sueño ideal. España cuenta con innumerables lugares donde disfrutar de este paraíso. Desde las lujosas piscinas de azotea con vistas panorámicas hasta la idílica piscina natural en Bilbao, el país ofrece opciones para todos los gustos. Pero ¿Qué pasa cuando te encuentras con una piscina gigantesca en la que no puedes sumergirte?
A las afueras de Madrid, en El Pardo, se encuentra la piscina más grande de España, pero con una peculiaridad: no está destinada al disfrute de los bañistas. Esta impresionante estructura de agua, conocido como el Canal de Aguas Tranquilas, es la joya del Centro de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo.
El Canal de Aguas Tranquilas es un inmenso tanque de 320 metros de longitud, 12,5 metros de ancho y una profundidad de 6 metros, lo que le otorga el título de la piscina más grande de España. Sin embargo, su objetivo es muy diferente al de las piscinas tradicionales. Esto es un centro de investigación único en el país, diseñado para probar y desarrollar prototipos de embarcaciones y estructuras marinas. Aquí, científicos e ingenieros trabajan para simular y analizar el comportamiento de diferentes tipos de sistemas en condiciones de aguas calmas.
Inaugurado en 1928, el Centro de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo se ha convertido en un referente internacional en la investigación naval. Este lugar, forma parte del grupo de instalaciones en Europa capaces de realizar pruebas hidrodinámicas de gran precisión, fundamentales para el diseño de buques y submarinos.
Mientras que las playas y piscinas de toda España se llenan de bañistas ansiosos por refrescarse, en El Pardo se encuentra esta piscina que, aunque increíblemente tentadora para darse un buen baño, guarda secretos que no tienen que ver con el ocio, sino con el avance de la ciencia.