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En la provincia de Guadalajara, en Castilla-La Mancha, hay un pueblo que tiene tan solo 285 habitantes pero que cuenta con al menos 8 apellidos vascos. ¿Sabes cuál es? Te contamos su origen y la razón de esta curiosidad.
Castilla-La Mancha es una comunidad de España que está repleta de lugares preciosos por visitar, como es el caso del pueblo más bonito de España para visitar en enero de 2024, que está en Guadalajara según el National Geographic.
Pero no solo son maravillosos, sino también de lo más peculiares. Es por eso que queremos hablaros de Checa, un pueblo de Guadalajara que tiene tan solo 285 habitantes y que está lleno de apellidos vascos.
Cuenta con al menos ocho apellidos procedentes del País Vasco, como Atasa, Oñate, Chavarría, Berasaluce, Rustarazo, Herranza, Araúz y Arrazola. Según informa La Tribuna de Guadalajara, según un documento de 1522, un vecino de Oñate, Sancho de Arrazola, y su mujer, Magdalena de Basarte, se mudaron a esta localidad para trabajar en una ferrería.
En aquella época, Checa era un municipio rico e industrial, la razón por la que a este vasco le siguieron muchos otros. Pero... ¿por qué vascos? Según el medio citado, "Checa tenía hornos en sus montes, y como estaban obsoletos y los mejores técnicos y más experimentados estaban en tierras vascas", razón por la que explican la llegada de familias vascas a este pueblo de Guadalajara.
La web de turismo de Guadalajara describe Checa como un tesoro natural, histórico y etnográfico en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo, se sitúa a una altitud de 1363 metros sobre el nivel del mar y ocupa una extensión de 189,78 km2, siendo uno de los municipios más extensos de Castilla-La Mancha.
Al parecer, El Río Genitoris parte a la población de Checa en dos barrios, y está cruzado por cinco puentes de piedras, que le confieren un encanto a la villa. Destacan sus plazas presididas por notables edificios y casonas formando un llamativo conjunto arquitectónico: la Plaza de Don Lorenzo Arrazola, con el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVII y la casa de los Pelegrines. Tampoco te puedes perder el Museo de la Trashumancia, ubicado en el edificio de las Antiguas Escuelas, en un lateral de la Plaza de Lorenzo Arrazola.