PROHIBIDO MORIRSE
Hay ciudades, e incluso pueblos, en los que se ha prohibido, por ley, morirse. ¿Cuáles son los motivos por los que se ha tomado esta firme decisión?
Aunque parezca sorprendente, varios son los lugares en el mundo que han tomado la firme y contundente decisión de prohibir morir a sus habitantes. Y se trata de algo que han dejado latente a través de una ley. Pero, ¿cuál es el motivo que ha llevado a varios dirigentes a dar este drástico e inesperado paso?
Muy sencillo. El motivo principal es la falta de espacio en los cementerios de esas localidades. El hecho de que los camposantos estén abarrotados provoca que muchos alcaldes se vean obligados a tomar este tipo de decisiones. Se trata de una situación absolutamente extrema, ya que prohíben por ley que los habitantes se mueran.
En Biritiba Mirim, municipio situado en Brasil, todo comenzó en 2005 cuando el alcalde Roberto Pereira fue consciente de que el cementerio estaba desbordado. Por lo tanto, y literalmente, prohibió a sus habitantes que se murieran. Es más, en dicha ley, se puede leer lo siguiente: “Queda prohibido morir en Biritiba-Mirim. Los ciudadanos deberán cuidar de la salud para no fallecer”. Este gesto no fue más que una clara protesta al ver que las autoridades le negaban en rotundo la posibilidad de construir un nuevo camposanto. Además de esta ciudad, otras tantas decidieron dar este contundente paso.
Isla Itsukushima, en Japón
Esta isla es considerada como un lugar sagrado, por la gran cantidad de templos religiosos y de santuarios que podemos encontrar en ella. Patrimonio de la Humanidad desde 1996, tiene como peculiaridad que, desde el año 1868, se prohíbe morir a sus habitantes, pero también nacer. Y todo para conservar esa “pureza” que les caracteriza. ¡Casi nada! Es más, no tienen ni hospitales ni cementerios. Si caen enfermos, tienen riesgo de morir o van a dar a luz, se ven obligados a abandonar este lugar.
Longyearbyen, en Noruega
Desde el año 1950 está prohibido morir, por ley. En esta ocasión, el motivo es sencillo: el permafrost del suelo. Esto provoca que sea absolutamente inviable la descomposición de los cadáveres. Para evitar que se pueda propagar cualquier tipo de enfermedad, se hizo esta curiosa ley. Actualmente, aquellas personas que están en riesgo de morir, son trasladadas al centro de Noruega para que puedan ser sepultadas.
A principios de 2012, Giulio Cesare Fava, alcalde de esta localidad situada a 50 kilómetros de Nápoles, emitió una curiosa ordenanza. En ella, hizo una sorprendente advertencia a los habitantes de la misma: “Dentro de las posibilidades de cada uno, tanto a los ciudadanos residentes como a los que estén de paso, les queda prohibido ultrapasar los confines de la vida terrena para ir al más allá”. En este caso, como en Brasil, no fue más que una forma de protesta ante la falta de recursos para poder construir un nuevo cementerio, tras la evidente saturación del que tenían.
Sin marcharnos de Italia, encontramos un nuevo ejemplo. Este acogedor pueblo de la Toscana, desde 2015, prohibió morir a sus más de 500 habitantes. En este caso, con esta ordenanza, el alcalde pretendía hacer frente a la despoblación que estaban sufriendo (el 60% de los habitantes era mayor de 75 años). Lograron su objetivo con una ordenanza en la que se les obligaba a cuidarse y, sobre todo, hacerse un chequeo anual. ¡Muy curioso!