Obras urbanas que por lo general espantan a los madrileños
Madrid es una ciudad cosmopolita, con edificios de muchos estilos y de diferentes siglos entre sus calles, pero también hay una cara menos agradable. Te invitamos a dar un paseo por lo más feo de Madrid.
El mirador de Sanchinarro
El Edificio Mirador fue construido en 2005 y responde a un estilo postmoderno. El proyecto lo llevaron a cabo el estudio neerandés MVRDV junto con la arquitecta madrileña Blanca Lleó. Seguramente todos lo reconozcan por ser ese edificio por sus colores: negro, blanco, gris y rojo; y por tener un agujero. Ya en 2012 algunos medios como el Telegraph lo declaraban como uno de los edificios más feos del mundo.
El Ruedo, Moratalaz
En el distrito madrileño de Moratalaz, frente a la M-30 encontramos este conjunto de viviendas llamadas El Ruedo que se construyeron entre 1986 y 1989. Francisco Javier Sáenz de Oiza se encargó del diseño del edificio, su forma es circulas y la fachada exterior recubierta de ladrillo, mientras que la interior está decorada con motivos geométricos y colores llamativos. Este conjunto de pisos sociales para personas con rentas bajas recibió en 1990 cerca de 300 familias realojadas.
Parque Felipe VI, Valdebebas
Situado en la localidad de Valdebebas este parque ecosostenible de 470 hectáreas de las que se han inaugurado parcialmente 340 en el año 2015, aún no luce como debiera. Aunque es una iniciativa brillante que cuenta con más de 206.000 árboles y 183.000 arbustos, un bosque participativo de los ciudadanos, y reproduce cinco tipos de ecosistemas representativos del interior de la Península Ibérica: Sistema Ibérico, Montes de Toledo, Sistema Central, La Alcarria y La Mancha; parece más bien un paraje deforestado en el que apenas se ve crecer césped y las sombras para refugiarse del sol no abundan.
Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas
En el elegante barrio de Salamanca, en la calle de Conde de Peñalver encontramos una iglesia lo menos curiosa. Construida entre 1967 y 1970 por el arquitecto Cecilio Sánhez-Robles, pertenece al igual que la facultad de Ciencias de la Información (UCM), a la corriente arquitectónica popularizada por Le Corbuiser, es decir el brutalismo. De hecho, ambos edificios se nos presentan como interminables moles de hormigón, y sin ningún atractivo aparente. Este templo además cuenta con un convento y hace a la vez las funciones de centro de acogida para misioneros.
El Oso de gominola en Boadilla del Monte
No es exactamente de gominola, pero su color verde le da esa apariencia. Está situado en una de las rotondas de Boadilla del Monte, Valdecabañas. Su creador es dEmo (Eladio Mora) el mismo artista que creó la gran rana gigante frente al casino, en Colón. Tiene siete metros de altura, y el ayuntamiento de esta localidad destinó dos millones de euros para decorar esta rotonda y otra más.