ITALIA
Italia en verano es un paraíso mediterráneo pero en invierno se convierte en el sueño de los amantes de la montaña.
Seguro que si piensas en pueblos bonitos de Italia en invierno los que te vienen a la cabeza son en primer lugar los mismos que en verano porque el Mediterráneo lo embellece todo sean las temperaturas tan altas o tan bajas como se les antoje ¿quién podría negar que los pequeños pueblos de Cinque Terre son ideales incluso en invierno? No digamos ya los pueblos medievales de la Toscana que es verdad que en otoño, y con la vendimia, son un escándalo pero mantienen toda su belleza llegado el invierno. Ahora bien, hay otros pueblos que en verano, primavera y otoño ni se nos pasan por la cabeza y en invierno son auténticos paraísos blancos.
Empezamos nuestro repaso por 5 pueblos italianos perfectos para visitarlos en invierno en el norte, muy al norte, casi saliéndonos de Italia, en los Dolomitas y luego iremos bajando hasta llegar a Calabria:
Si eres un amante de la montaña tanto en verano como en invierno cabe que si hayas pensado en Cortina d’Ampezo… y es que este pueblo de la región del Veneto, en el corazón de los Dolomitas, lo tiene todo (salvo playa, claro): en verano se puede disfrutar de las ruta a caballo o en bicicleta, del alpinismo, de las rutas en canoa o kayak… y cuando llega el invierno, su temporada alta por excelencia, llega el momento de los deportes de nieve empezando por el esquí; además Cortina d’Ampezo es un pueblo excepcional para los amantes de la moda y las compras (estamos en Italia, en el norte de Italia…): son más de 200 las tiendas que podrás visitar aquí, las hay de moda, artesanía local, arte, joyas, antigüedades… De hecho Corso Italia, en el corazón de Cortina d’Ampezo, es una de las mejores calles de Italia para ir de compras.
Si buscas descubrir los Dolomitas en invierno pero Cortina d’Ampezo se te antoja demasiado lujo (es de hecho un destino de lujo por sus tiendas y también por sus restaurantes), cabe que te guste San Vigilio di Marebbe, está en la provincia de Bolzano y rodeado por los majestuosos Dolomitas, debe su fama a sus posibilidades para disfrutar del invierno y sus deportes, sí, pero también a su ambiente tranquilo y relajado, además como aquí se mantiene viva la cultura ladina podrás degustar platos propios de esa tradición cultural como el speck (jamón curado) o el tirtlan (una especie de empanada frita).
De los Dolomitas nos vamos al Tirol porque allí está Bressanone, que es la ciudad más antigua del Tirol, está en el valle Isarco y enamora a quienes la visitan no solo por su arquitectura, también por su gastronomía y modernidad. Bressanone es especialmente famosa por su catedral, por sus calles medievales y estrechas y por sus luces y mercados navideños… Además está cerca de las estaciones de esquí del Alto Adigio con lo que hace las delicias de los amantes de los deportes de invierno.
¿Eres un amante del arte en hielo? ¿Te seduce la idea de ver esculturas de hielo? Si es así apúntate bien estos tres pueblos de los que acabamos de hablarte: Cortina d’Ampezo, San Vigilio di Marebbe y Bressanone, porque entre los meses de diciembre y enero (más bien en enero) sus celebran cada año festivales de esculturas de hielo (el de Bressanone y el de Cortina d’Ampezo son de hecho festivales internacionales).
Dejamos el norte de Italia y nos vamos a la región de Abruzzo porque allí podemos visitar un pueblo perfecto para los amantes de los deportes de invierno: Roccaraso; esta localidad no solo cuenta con varias pistas de esquí y actividades invernales especialmente pensadas y organizadas para los más pequeños, es que además es precisamente ahí donde está situado el parque de atracciones invernal Coppo dell’Orso.
Cerramos nuestro viaje al invierno italiano en Camigiatello Silano, un pueblo de Calabria muy recomendado como destino invernal porque desde el Monte Curcio (a 1768 metros de altitud y al que se llega fácilmente desde Camigiatello Silano) parten varias pistas de esquí de fondo. Además el pueblo conserva un casco histórico interesante y goza de otras atracciones como el Parque Old Calabria situado dentro De la Torre Camigliati, toda una residencia señorial.