VIAJAR SOLA
Budapest es un destino extraordinario y, además, uno de los mejores lugares para mujeres viajeras especialmente si viajan solas.
¿Te planteas viajar sin compañía? Hay momentos en la vida en los que puede apetecernos realizar un viaje en solitario, o bien tenemos ganas de viajar pero no tenemos a ningún amigo disponible en ese momento que pueda acompañarnos. ¿Te ha pasado que te paraliza el miedo a sentirte insegura en el destino? Si te pasa esto, te proponemos la ciudad de Budapest.
Según un estudio realizado por WayAway, Budapest ha sido clasificado como la tercera ciudad del mundo más segura para viajar. Las razones que la han llevado a obtener este reconocimiento son: su hospitalaria atmósfera, su bajo índice de delincuencia y su atractiva oferta cultural. Además de ser una ciudad con seguridad se han evaluado otros factores como la accesibilidad de su transporte, la buena calidad de sus alojamientos y la facilidad para moverse por sus calles.
Esta ciudad es conocida por su impresionante arquitectura, su historia y su vibrante vida nocturna. El que ahora sea considerada una de las capitales más seguras le añade un nuevo aliciente a la hora de elegirla como destino turístico de primer nivel.
Budapest está atravesada por el río Danubio, en una orilla se encuentra Buda y en la otra Pest. Un paseo en barco por este evocador río nos proporcionará una estampa idílica y una perspectiva diferente, desde el agua, de toda su zona monumental. Entre estos monumentos, es imprescindible visitar el Castillo de Buda, el puente de las Cadenas, la Basílica de San Esteban y el impresionante edificio del Parlamento, cuya cúpula está cubierta con pan de oro.
Las artes y concretamente la música es otra de las señas de identidad de la capital húngara, no en vano fue una ciudad a la que estuvo estrechamente vinculado Franz Liszt. Escuchar un concierto en el Teatro de la Ópera, con su magnífica acústica, puede ser una de las experiencias más inolvidables de este viaje.
Su gastronomía ha sido apreciada siempre, pero desde hace unos años, conviven los sabrosos platos de cocina húngara tradicional con sofisticados restaurantes de vanguardia que dan un nuevo toque a sus conocidos platos típicos. Y otra forma de sentir el lujo en la ciudad, es visitar alguno de los famosos balnearios que posee: el balneario de Gellert es quizá el más conocido pero también es delicioso el balneario de Széchenyi, uno de los más grandes de Europa, que con sus piscinas calientes exteriores son un lujo con el que podemos agasajarnos.