FRANCIA
Viajamos hasta Francia, concretamente a Limoges, para conocer la sorprendente historia que esconde su Catedral.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Francia, concretamente a una zona verdaderamente sorprendente. Estamos hablando, cómo no, de Limoges. Entre sus numerosos monumentos y construcciones encontramos una que llama poderosamente la atención. Estamos hablando, cómo no, de su Catedral.
Situada en el corazón del barrio antiguo de la Cité, la Catedral de Limoges se ha convertido, indudablemente, en la principal iglesia de la ciudad. Por lo tanto, también es considerada como una de las atracciones más visitadas por los turistas, por la sorprendente belleza que desprende.
La Catedral de Limoges, a través de su historia
Para conocer su origen debemos viajar a 1273, cuando comenzó su construcción. Eso sí, las obras se alargaron durante varios siglos, hasta 1888 cuando se conectó el campanario románico a la nave. En cuanto a la construcción como tal, comenzó por un impresionante coro de estilo gótico radiante del siglo XIII. Un elemento que se añadió, posteriormente, a la nave.
Tras la histórica Guerra de los Cien Años, se procedió a la construcción de los dos primeros tramos de la nave entre 1458 y 1499. Después, concretamente entre 1516 y 1541, Jean de Langeac se encargó de la construcción del Pórtico de Saint-Jean, así como el transepto. Las obras volvieron a verse interrumpidas tras la muerte del Obispo, por lo que los tramos de la nave que unen el templo con el campanario no se erigieron hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Entre las numerosas obras que podemos ver en esta Catedral de Limoges destacan dos en particular. Por un lado, la tribuna situada entre el coro y la nave, siendo obra del obispo Jean de Langeac. Por otro lado se encuentra su tumba, en la que están esculpidas diversas escenas del Apocalipsis.
No podemos dejar de mencionar los impresionantes frescos situados en la cripta romana, en la que representan a Cristo en la gloria. Es más, en las capillas laterales, todavía se pueden ver diversas pinturas medievales. Otro año a destacar es 2005, cuando la explosión de una bombona de gas destruyó las vidrieras que databan del siglo XIX, así como otros elementos anteriores. ¡Es más, produjo numerosas grietas en el edificio!
Sea como sea, si estás pensando en poner rumbo a Francia, y concretamente a la zona de Limoges, no dejes pasar la oportunidad de dejarte llevar por el encanto que desprende su Catedral. Estamos completamente convencidos de que no te dejará absolutamente indiferente. ¡Es muy especial!