UN LUGAR SIN IGUAL PARA CONECTAR CONTIGO MISMO
Y el día internacional del Yoga está a punto de llegar. El próximo día 21 de junio hay que celebrar por todo lo alto los beneficios de esta práctica, ideal en cualquier época del año, a cualquier edad y en cualquier lugar. Y desde luego no se nos ocurre mejor lugar en el mundo para la práctica del yoga que Costa Rica. Un país que lleva a gala el turismo sostenible y ecológico y que ofrece naturaleza en estado puro. Costa Rica es el escenario perfecto para practicar tus habilidades yoguis o para iniciarte en este arte si eres un principiante.
De hecho hay infinitos lugares en Costa Rica donde practicar el yoga o meditar, es poder conectar con nuestro yo interior, y retomar así el pulso de la vida. En plena selva, en una playa del Pacífico, a los pies de un volcán, en cascadas perdidas en bosques exuberantes o en la Península de Nicoya, el yoga se convierte en algo que va más allá.
En Nicoya es muy popular por ejemplo Playa Nosara, de ambiente tranquilo y sereno en pleno bosque tropical, esta playa es un santuario al aire libre que atrae a personas de todo el mundo. Cerca de Nosara el Hotel Harmony, ofrece todo tipo de clases para recuperar la armonía. Aquí podemos apuntarnos a Zen Training y Meditación, a Harmony Yoga, Vinyasa, o Yoga terapéutico, entre otros. Además este hotel es uno de los pocos lugares que ofrece yoga aéreo en el país, con hamacas suspendidas desde el techo. Un amplio estudio al aire libre, en plena selva, permite disfrutar del yoga con el sonido de los pájaros y de la fauna autóctona como telón de fondo.
Además, el Hotel Harmony propone a sus clientes semanas de revitalización con programas individualizados, clases de yoga ilimitadas, meditación, tratamientos de spa y menús personalizados. Más información: Hotel Harmony
Más al norte, en la provincia de Guanacaste hay playas y rincones perfectos para encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Playa Hermosa o Playa Panamá, son el lugar perfecto en el que practicar el yoga al atardecer. Esto para todos los niveles, pero si quieres algo más, si eres un experto en la práctica del yoga, en Guanacaste también puedes apuntarte al SUP Yoga, o lo que es lo mismo, yoga sobre una tabla de Stand Up Paddle, en pleno océano Pacífico.
Aquí te recomendamos la estancia en el Hotel Mangroove, un templo de serenidad, donde la sostenibilidad y el contacto con la naturaleza son parte de la armonía. El paisaje, el manglar y la impresionante vista al océano desde el hotel son simplemente embriagadores, un placer para los sentidos. El Mangroove ofrece una experiencia de limpieza para nutrir cuerpo, la mente y el espíritu, que se combinan con tratamientos en su spa. Más información: Hotel Mangroove
En el Pacífico Sur, otro lugar con mucho encanto y que buscan los amantes del yoga es la Península de Osa. En pleno Parque Nacional de Corcovado, uno de los lugares biológicamente más intensos en términos de biodiversidad del mundo, la práctica de yoga resulta de lo más energética. El Luna Lodge, un aislado hotel ecológico enclavado en esta zona tan fascinante ofrece a sus clientes la práctica del yoga como terapia.
Su Retreat Center es un estudio al aire libre con impresionantes vistas al Océano Pacífico y a la selva tropical en el que dan clases de Yoga, Tai Chi, Nia, Reiki, relajación guiada y aromaterapia. Sin duda un lugar ideal para todo tipo de actividades que nos permitan estimular nuestra fuerza interior. En el Luna Lodge se organizan retiros, excursiones para conocer la zona, y sirven menús elaborados con comida orgánica. Más información: Luna Lodge
El país tico ofrece múltiples oportunidades en lo que respecta al bienestar y la relajación. Busca tu rincón perfecto y piérdete por unos días en la inmensidad de su naturaleza.
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