FRANCIA
Viajamos a la zona de Amboise, en Francia, para conocer la historia del Castillo donde se encuentra la tumba de un polimata.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Francia, concretamente hasta la zona de Amboise. Allí, como no podía ser de otra manera, nos topamos con un gran número de construcciones, monumentos y rincones de ensueño. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el conocido como Castillo de Amboise.
Se trata de una de las edificaciones más sorprendentes de la zona, sobre todo, por la impresionante historia que esconde, que nos hace viajar hasta la Edad Media. En un principio fue una fortaleza pero, a partir de 1431, pasó a manos de la realeza cuando Louis de la Trémoille fue acusado y condenado a muerte por conspirar contra el favorito del Rey. Finalmente fue indultado pero tuvo que renunciar al Castillo que fue confiscado a favor de la Corona.
Durante la etapa del reinado de Carlos VII, este Castillo de Amboise fue utilizado como residencia real. Después, con Carlos VIII como monarca, se ordenó la construcción de nuevas estancias como es el caso de la Capilla de Saint-Hubert.
Pasado el tiempo, y debido al lugar tan estratégico en el que estaba construido, este Castillo fue testigo de un gran número de hechos históricos. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como conjura de Amboise que se llevó a cabo en el año 1560 y que fue un anticipo de las históricas guerras de religión. Pero no solamente es conocido por eso sino porque, además, Leonardo da Vinci paso sus últimos días en el Castillo de Clos-Lucé, pero sus restos descansan en este lugar.
Es uno de los grandes atractivos turísticos de este Castillo. Y siendo honestos, no es para menos ya que Leonardo, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los polimatas más conocidos de la historia. Como hemos mencionado anteriormente, el italiano pasó sus últimos años de vida en Amboise, en la corte del Rey Francisco I. Los restos mortales de Leonardo da Vinci actualmente siguen descansando en la Capilla de San Huberto, patrón de los cazadores, situada en el Castillo de Amboise. Se construyó a finales del siglo XV, en estilo gótico.
Una de las más sorprendentes es, sin duda, la conocida como Sala del Consejo donde se llevaban a cabo diversas celebraciones o audiencias. En ella no solamente encontramos el trono que utilizaba el Rey, sino también las columnas que están perfectamente decoradas con flores de lis.
No podemos dejar de mencionar la Cámara de los Orleans. Se trata de una estancia clave, sobre todo, en la época en la que Luis Felipe, como Duque de Orleans, heredó este castillo de su madre en 1821. En este lugar encontramos un gran número de retratos de la época, en las que el protagonista en la gran mayoría de ellos era el propio Luis Felipe.
Hay que destacar, a su vez, la habitación del Rey Enrique II. Tras la muerte de este monarca, su mujer Catalina de Médici tuvo un papel importante en el Reino, sobre todo durante la época en la que su hijo era el Rey de Francia. En la actualidad, se puede visitar y no solamente encontramos la cama de Enrique II, sino también varios tapices, un cofre de joyas y hasta su mesa.
Si estás pensando en viajar a la zona, no dejes pasar la oportunidad de acercarte hasta esta construcción ya que, como puedes apreciar, cuenta con una historia espectacular. El Castillo está abierto todos los días del año menos el 25 de diciembre y el 1 de enero. Los horarios pueden variar según la época del año, por lo que te recomendamos que visites su página web oficial para enterarte de los detalles.
Allí, a su vez, podrás comprar la entrada para poder acceder. El precio para adultos es de 16,40€, el de estudiantes es de 13,70€ y para jóvenes hasta 18 años de 10,50€. La visita, aproximadamente, dura entre una hora y una hora y media. ¡Prometemos que merecerá mucho la pena!