PORTUGAL
La sombra de Lisboa es alargada y eso hace que olvidemos el encanto del municipio de Setúbal, a pocos kilómetros de la capital portuguesa.
Que Lisboa es una ciudad con mucho encanto lo sabemos todos, que desde ella te puedes acercar a lugares tan bellos y emblemáticos como Sintra, Estoril o Cascais también, que no puedes dejar de acercarte a la Torre de Belém, el castillo de San Jorge o el ascensor de Santa Justa son igualmente lugares célebres de la capital del país del fado; cabe que sean precisamente sus lugares más emblemáticos y los lugares cercanos e igualmente famosos lo que hace que tendamos a olvidar Setúbal al pensar en viajar a Lisboa, sin duda un error… ¿por qué? Porque Setúbal es un lugar para disfrutar por tierra, mar y aire especialmente en verano.
Si ya sabes que el Parque Natural de Arrábida y el Estuario del Sado están en Setúbal seguro que imaginas que las rutas de senderismo a disfrutar en esta zona son imperdibles; son más de 40 los kilómetros de senderos en esta zona y se pueden recorrer caminando o en bicicleta; lo que harás sin duda es disfrutar de unas vistas de escándalo desde unos y otros lugares, en especial desde el Alto do Formosinho porque desde ahí se puede incluso ver Lisboa. ¿Quieres algo más de aventura? ¿Qué te parecería practicar escalada? Podrás hacerlo en Outao, Fenda y Fojo dos Morcegos.
Claro que como estamos en verano cabe que te apetezca más pensar en la costa de Setúbal que en sus senderos tierra adentro y no es de extrañar porque en Setúbal podrás disfrutar del buceo, de las rutas en kayak, de la práctica del paddle surf en la desembocadura del río Sado, el snorkel y también podrás gozar, si te atreves, de la práctica del coastering ¿en qué consiste? En una combinación de actividades un tanto exigente y muy emocionante: senderismo, escalada, salto desde los acantilados y snorkel.
Si eres de los atrevidos a rabiar, de los aventureros que no hacen asco a riesgo alguno, entonces seguro que prefieres disfrutar de Setúbal desde el aire ¿cómo? Practicando parapente… Superado el primer momento de shock por verte volando, podrás maravillarte de unas vistas de escándalo pintadas en el verde del interior del Parque Natural de Arrábida y el profundo azul de su costa, podrás ver el curso del río Sado e incluso ver desfiles desde tu incomparable mirador.