Un complejo del siglo X
El Castell de Llaés es un complejo del siglo X situado en el pre-Pirineo catalán rodeado de un entorno natural e histórico privilegiado.
En el municipio de Ripoll entre el propio pueblo y Vich está la Sierra de Milany-Santa Magdalena i Puigsacalm-Bellmunt, una protuberancia en el paisaje pre-pirenaico con suaves elevaciones bien pobladas por frondosos árboles. En este verde oasis está el núcleo de Llaés, una pequeña comunidad diseminada por estos montes. En uno de esas pequeñas montañas está el antigua castillo del que los primeros documentos escritos datan del año 919. Se construyó con la idea de ser la primera línea defensiva del Monasterio de Sant Joan de les Abadesses.
Para acceder a él hay que hacer una subida digna de una fortaleza defensiva, una vez arriba atravesamos el portón y el patio se nos presenta. Al fondo se ve el nacimiento de los Pirineos. El antiguo complejo cuenta con dos edificios, la iglesia y el castillo. Este segundo está dividido a su vez en dos partes: las Escuelas y la Torre del Homenaje.
Las Escuelas se han reconvertido en tres maravillosas habitaciones dobles con capacidad para seis personas, una cocina y una sala de estar con chimenea. Las noches de invierno son ideales para sentarse delante del fuego y pasar agradables veladas.
La Torre del Homenaje también conocida como la antigua rectoría tiene una distribución a partir de una pequeña sala presidida por un antiguo pozo. Las estancias se distribuyen alrededor, y es que el centro solía ser un patio. En la torre hay cinco dormitorios dobles, tres baños, cocina, dos salas de estar y una pequeña terraza con maravillosas vistas a la inmensidad de la naturaleza.
Es un entorno ideal para disfrutar en pareja, con amigos o con la familia. Otro punto a favor es la admisión de mascotas, no tendremos que ir de vacaciones sin ellas. Y las actividades que encontraremos en las inmediaciones del castillo son para todos los gustos y edades, desde rutas sefardíes, senderismo y rutas para hacer en bici por las montañas adyacentes. Y alejándonos unos kilómetros están las cuevas de Baumes donde solía vivir gente.
El Parque Natural de a Garrotxa se encuentra a hora y media del castillo y la costa también. En la Garrotxa además de disfrutar de vía de senderismo también podremos disfrutar del parque desde las alturas volando en globo.
Las estancias pueden hacerse cortas como de fin de semana y tan largas como deseemos. No se alquilan habitaciones individuales, sino que tendremos que alquilar o bien las escuelas o la torre del homenaje en su totalidad. El precio por noche está en torno a 350 euros.
Frente al castillo está el sagrario compuesto por el cementerio y la iglesia, la cual sigue en activo y en las fiestas viene un rector a dar misa. Esta fortaleza perteneció al obispado de Vich hasta 1996 cuando sus dueños actuales hicieron una oferta para comprarla. Actualmente, la regenta un hombre joven que se la alquiló hace cinco años con el propósito de terminar de renovarla y poner a disposición de los viajeros una preciosa propiedad medieval.
Estando en esta zona de Cataluña no podemos olvidarnos de la maravillosa gastronomía, la gran variedad de productos artesanos nos hará relamernos, desde embutidos caseros a cervezas artesanales, pasando por suculentos platos calientes. De hecho, en Llaés a unos pocos kilómetros de la fortaleza hay un pequeño hostal que además de hospedaje ofrece deliciosas comidas.
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