A CORUÑA
Viajamos hasta Oleiros, en Galicia, para conocer la sorprendente historia que esconde el imponente Castillo de Santa Cruz.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Oleiros, en Galicia, y conocer la sorprendente historia que esconde una de sus construcciones más significativas. Estamos hablando, cómo no, del Castillo de Santa Cruz, ubicado en Porto de Santa Cruz. Una construcción que sirvió para defender, en un gran número de ocasiones, la ría de A Coruña.
Para conocer su origen, debemos viajar hasta los años 1594 o 1595. Por aquel entonces, comenzaron las obras de esta fortaleza, coincidiendo con la etapa en la que Diego das Mariñas era capitán general de Galicia. Los planos que se siguieron para erigir este castillo fueron los de Pedro Rodríguez Muñiz.
A lo largo de su historia, este Castillo de Santa Cruz de Oleiros ha sido testigo directo de un gran número de hechos históricos que marcaron un antes y un después en la zona. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el sangriento ataque franco-holandés a A Coruña que se llevó a cabo en 1639.
Contra todo pronóstico, consiguieron derrotar a las tropas de Henri D’Escobleau de Sourdis, almirante y arzobispo de Burdeos. A pesar de su importancia histórica y cultural, lo cierto es que el paso del tiempo hizo que la fortaleza empezara a estar en un avanzado estado de abandono.
Fue entonces cuando, coincidiendo con la etapa en la que Maximiliano de la Croix era Gobernador de Galicia, encargó a Antonio de Gaver la reforma de este Castillo. En el plano en cuestión no solamente se detalla a la perfección ese mencionado estado de abandono, sino también las propuestas de reformas que se plantearon entre los años 1752 y 1758.
Fue a partir de 1784 cuando estas obras se completaron con pabellones, baluartes y antepechos, coincidiendo con la etapa de Martín Cermeño como capitán general. Estos proyectos pueden verse fechados en el año 1792, con un nombre como protagonista: Fernando de Gaver.
Otro año a destacar es 1799, en el que queda explícitamente descrita la batería inferior de 4 cañones, pero también una superior en la que un baluarte de 3+3 sustituye a la de 3 cañones. Por si fuera poco, don Miguel de Hermosilla mueve sus hilos para tratar de proyectar nuevas y necesarias actuaciones para mejorar la actividad defensiva de la fortaleza.
El tiempo volvió a hacer de las suyas, y el estado de abandono era evidente. Fue entonces cuando José Quiroga Pérez de Deza, marido de Emilia Pardo Bazán, decidió comprar este castillo para construir una residencia de verano. Tiempo después, su hija Blanca Quiroga, tras la muerte de su marido, dio el paso de donar el Castillo al Colegio de Huérfanos de Caballería, siendo utilizado como casa de colonias de verano de huérfanos de guerra. Una utilidad que tuvo desde 1938 hasta 1978, cuando quedó desocupado una vez más. En la actualidad, el Castillo de Santa Cruz se ha convertido en uno de los grandes atractivos de Oleiros. ¡Y no es para menos!