MADRID
Es el momento más que perfecto para conocer la historia de la Fuente de los Galápagos de Madrid, una de las más significativas de la capital de España.
El Parque del Retiro de Madrid es uno de los lugares que, día tras día, más turistas acoge en la capital de España. Y siendo honestos, no es para menos. Se trata de un rincón de ensueño en el que poder respirar aire puro, que incluso puede brindar la oportunidad de escapar de la rutina del día a día.
Son muchos los rincones que llaman poderosamente la atención del Parque del Retiro de Madrid. Una de las tantas fuentes que se han convertido en historia es, precisamente, la Fuente de los Galápagos. Cabe destacar que también se conoce como Fuente de Isabel II. Fue inaugurada en el año 1832.
¿Cuál es la historia de la Fuente de los Galápagos?
Muchos son los historiadores que afirman que la construcción de esta Fuente se llevó a cabo para un fin concreto: conmemorar varios eventos que tenían una estrecha relación con la reina Isabel II. Acontecimientos como la jura como princesa de Asturias, su nacimiento o, incluso, hasta su primer cumpleaños.
Lo cierto es que esta Fuente de los Galápagos fue un diseño de Francisco Javier de Marietegui, uno de los arquitectos más reconocidos de la época. Eso sí, las esculturas fueron talladas por nada más y nada menos que José Tomás, utilizando materiales como piedra caliza y granito.
Esta fuente no solamente destaca, precisamente, por tener ese carácter conmemorativo sino que también servía para algo más: abastecer agua. Debemos tener en cuenta que en el año 1839 estaban autorizados nada más y nada menos que 17 aguadores. Es importante destacar que ese caudal de sus 9 caños era de 12 reales de vellón de agua.
Tenemos que tener en cuenta que en 1858 se inauguró el canal de Isabel II. A partir de ese momento, y poco a poco, esta Fuente de los Galápagos dejó de tener una función utilitaria. Debido al increíble tamaño que presentaba, se llegó a proponer su traslado a la histórica Plaza de Santa Ana. A pesar de todo, finalmente no se llevó a cabo.
Tiempo más tarde, en el año 1879, José Urioste (director de Fontanería y Alcantarillado del Ayuntamiento) tomó una firme decisión. ¿En qué consistió? En llevar esta Fuente hasta la glorieta de Nicaragua del Parque madrileño del Retiro. Sitio en el que todavía permanece.
La Fuente de los Galápagos, a través de sus características
Esta espectacular e histórica fuente está compuesta por un surtidor que tiene la peculiar forma de una caracola. Está situado sobre una taza que, a su vez, está apoyada en una columna en forma de palmera. Un elemento que está recubierto, simbólicamente, de diversas hojas.
A los pies de esta fuente podemos encontrar cuatro niños que están montados sobre delfines de cuya boca sale agua. En la segunda de las gradas hay cuatro surtidores que vierten su agua sobre unas conchas. Estos cuatro surtidores representan dos ranas y dos galápagos. De ahí el nombre de la fuente. Sea como sea, ¡es más que evidente que no deja absolutamente indiferente a nadie!
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