GUADALAJARA
Ponemos rumbo a Guadalajara, concretamente hasta Sigüenza, para conocer todos los detalles de su sorprendente Catedral.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia de Guadalajara, donde encontramos un gran número de rincones de ensueño, con monumentos y construcciones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es Sigüenza, una localidad repleta de historia que cada día que pasa recibe a más visitantes. ¡Es sencillamente mágica!
Entre las numerosas edificaciones que podemos encontrar en Sigüenza, hay una que llama poderosamente la atención. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de su Catedral. Se trata de uno de los grandes ejemplos en cuanto a construcción cisterciense se refiere. El estilo que predomina es el de la transición del románico al gótico, aunque tiene cierta influencia aquitano-borgoñona.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que el obispo don Bernardo Agén ordenó la construcción de este templo en el año 1121. Consta de una planta de cruz latina con crucero, tres naves y capilla mayor con girola. Su interior destaca por tener una belleza verdaderamente impresionante. Está perfectamente iluminado con vanos abiertos sobre arcadas, así como por sus imponentes rosetones y una linterna que remata a la perfección la bóveda del crucero.
No podemos dejar de mencionar que, sobre la puerta, se abre un espectacular rosetón que data del siglo XIII. Las naves, por su parte, están perfectamente divididas por impresionantes pilares con columnas adosadas. De estilo románico son las espectaculares portadas de la fachada principal y los pilares del crucero así como otros tantos de la nave central. Del mismo estilo también son los ventanales del presbiterio y de la nave central, el crucero y los rosetones.
Entre los numerosos elementos que merece la pena destacar está el claustro, de estilo gótico, que cuenta con una sola planta de forma cuadrangular. Los arcos están adornados por impresionantes tracerías flamígeras, perfectamente separadas por contrafuertes unidos por arcos rebajados. Desde ese punto se accede al jardín y, en el centro de ese patio, está ubicado un pozo verdaderamente curioso.
Lo cierto es que esta Catedral no solamente destaca por su belleza, sino también por su gran valor cultural y arquitectónico. Entre otras cuestiones, está perfectamente rodeada de muro y de torres, por lo que forma un conjunto fortificado que, en gran parte, se perdió a principios del siglo XVI.
Es una de las cuestiones por las que este templo es tan sorprendente y singular. Esta Capilla funeraria está dedicada a San Juan Bautista y Santa Catalina. Es allí donde encontramos el sepulcro de don Martín Vázquez de Arce, conocido popularmente como el Doncel de Sigüenza. Se trata de un sepulcro con la que estatua del doncel en alabastro, vestida con armadura y con la Cruz de Santiago en el pecho.
La capilla es una auténtica obra de arte, ya que está realizada en piedra de sillería donde se combinan, a la perfección, diversas formas arquitectónicas características del periodo tardogótico. Además del de Don Martín Vázquez de Arce, podemos encontrar más sepulcros.