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La leyenda de la Cruz del Diablo de Cuenca: esto es todo lo que debes saber

Esta es una de las historias más conocidas de Cuenca y ha pasado de generación en generación. ¡Es hora de que la descubras!

La leyenda de la Cruz del Diablo de Cuenca: esto es todo lo que debes saberImagen de Tomás Fano en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 2.0

Cuenca es una de las ciudades más espectaculares que podemos encontrar en nuestro país. A nivel histórico, se tiene constancia de que hay población desde el Paleolítico Superior, aunque cabe destacar que el punto de inflexión llegó con la conquista musulmana. Es entonces cuando se construye la fortaleza Qūnka y, con ello, surge la ciudad que conocemos en la actualidad.

Poco a poco y con el paso del tiempo, Cuenca fue ganando una gran relevancia a nivel histórico y cultural. Un año clave fue el 1177, cuando Alfonso VIII la conquistó. Pero no todo quedó ahí, ya que le otorgó el conocido como Fuero de Cuenca, siendo uno de los más prestigiosos de la historia del Reino de Castilla.

Como suele ocurrir en este tipo de ciudades, Cuenca tiene un gran número de historias y leyendas que han ido pasando de generación en generación. Una de las más conocidas es la de la Cruz del Diablo. ¿No sabes cuál es? No te preocupes puesto que te vamos a dar todas las claves para que descubras esta sorprendente historia.

Dice la leyenda que en el siglo XVIII un joven llamado Diego se aprovechaba de sus dotes seductoras para ir detrás de las doncellas para, posteriormente, dejarlas tiradas. Un día llegó a la ciudad una mujer verdaderamente preciosa. Todos se quedaban impactados a su paso. Muchos eran los jóvenes que trataron de cortejarla, pero no lo lograron.

Cuenca | Imagen de Zarateman en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Hasta que Diego decidió lanzarse. La joven le hizo saber que se llamaba Diana. El apuesto muchacho se burló de sus amigos, haciéndole saber que ya conocía a la hermosa mujer de la que todo el mundo hablaba. Lo que no esperaba es que Diana iba a darle largas. Diego terminó obsesionándose con ella, ya que no había conocido a nadie similar.

A pesar de todo, lo que no sabía es que esa belleza escondía un terrible y oscuro secreto. Una mañana cualquiera, Diana no dudó en hacer llegar un mensaje de lo más concreto al apuesto mozo: “Te espero en la Puerta de las Angustias. Seré tuya en la Noche de los Difuntos”. Diego estaba verdaderamente entusiasmado, por lo que se puso sus mejores galas para esa noche.

No contaba con que iba a desatarse una enorme tormenta, donde los truenos y los relámpagos eran los auténticos protagonistas. A pesar de todo, Diego acudió a la cita y se encontró con ella, que lucía un precioso vestido. Comenzaron a besarse y, cuando el joven comenzó a levantar la falda de su enamorada, cayó un rayo de manera súbita.

Su rostro palideció al descubrir que, en lugar de una pierna, Diana tenía una pezuña y una pata de cabra. La escena era tan sumamente dantesca que Diego quedó aterrorizado. ¡No tardó en salir corriendo! Y es que la preciosa joven era nada más y nada menos que el Diablo, que soltó unas carcajadas que aún retumban en el lugar de encuentro.

El joven, en ese momento, no dudó un solo segundo en aferrarse a una cruz que encontró a las puertas del santuario. El Diablo no tardó en darle un zarpazo. Cuando pudo abrir los ojos, pudo ver que esa marca había quedado en la cruz. Una aventura que marcó para siempre a Diego. Tanto es así que decidió ingresar en el Santuario de las Angustias y jamás se volvió a saber nada de él. ¡Muy curioso!