Portugal
De entre todas las cosas bonitas que hay en Lisboa, éstas son las que no puedes perderte por nada del mundo.
Pese a ser una capital, Lisboa puede parecer a priori una ciudad pequeña. Son muchas las personas que piensan que un fin de semana es suficiente para conocerla y que planean un viaje de un par de días a esta ciudad portuguesa. Sin embargo, los viajeros que ya han estado allí dicen que de eso nada, que para descubrir Lisboa en su totalidad hacen falta mínimo cuatro días. Que Lisboa sorprende.
Así, si haces un viaje más corto no podrás ver tantas cosas como si te quedas allí más días, pero lo que está claro es que hay algunas que debes visitar sí o sí sea cual sea tu estancia. Estate atento y sigue leyendo, que te contamos las paradas obligatorias que debes hacer en Lisboa.
Tranvía
¿Quién no ha visto una foto de los tranvías de Lisboa y ha deseado teletransportarse hasta allí? Pues en una visita a la capital portuguesa viajar en este medio de transporte es algo casi obligatorio. Lisboa tiene tranvías desde 1901 y hay unos ocho que casi no se han remodelado desde hace más de 70 años. Los que sí se han cambiado y han sufrido reformas, eso sí, mantienen su diseño original y son muy parecidos a cómo eran inicialmente. En total Lisboa tiene unos 60 tranvías que hacen los trayectos de sus 5 líneas. El más conocido, sin embargo, es el Tranvía 28 porque hace el camino más largo y además pasa por los lugares más atractivos de la ciudad.
Elevador de Santa Justa
Lisboa es una ciudad llena de desniveles que hacen que quienes la recorran a pie tengan que caminar por numerosas subidas y bajadas solo aptas para quienes tengan buenos pulmones. Es por eso que a lo largo de los años se fueron construyendo diferentes ascensores para conectar calles y barrios diferentes. El que no debes dejar de visitar es el de Santa Justa, que une los barrios de Baixa y Chiado, tiene estilo neogótico y 45 metros de altura. Eso sí, montarse no es gratis así que si te atreves puedes optar por subir la cuesta a pie y simplemente disfrutar de la bonita estructura del ascensor. La panorámica desde arriba es increíble.
Catedral de Lisboa
Santa Maria Maior de Lisboa o Sé, esos son su nombre real y la manera en que se la conoce. La catedral de Lisboa data de 1147, lo que supone ser el edificio más antiguo de la ciudad. Pese a que a lo largo de su historia fue dañada por diversos terremotos ha sido remodelada y hoy sigue siendo una de las paradas que todo viajero debe hacer en esta ciudad.
Torre de Belem
La Torre de Belem es una antigua torre de vigilancia realmente bella en su exterior. Se construyó en 1520 y desde entonces, desde su azotea se ha podido contemplar el Barrio de Belem, las vistas del río Tajo y el puente 25 de abril.
Plaza del Comercio
La plaza del Comercio es la plaza más importante de esta capital. Tiene un conjunto de edificios en tres de sus cuatro lados y, por el sur, tiene una apertura que mira directamente hacia el río Tajo. Dentro de la plaza destacan sobre todo dos cosas: el Arco Triunfal da Tua Augusta y la Estatua de José I. El primero de los atractivos señala el inicio de la calle más importante del Barrio de La Baixa y el segundo es un homenaje al rey que había cuando se produjo el terremoto de Lisboa.