España
Pensar en A Coruña y playas obliga, automáticamente, a que a nuestro cerebro acuda un nombre: Riazor. Pero la estrella de la capital no es la única playa que merece la pena en la provincia. De hecho, tanto en la Costa da Morte como en el norte se encuentran lugares únicos en los que se combina la especial geografía gallega, las rías, la vegetación exhuberante y la esculpida costa de rocas por el efecto del viento. Con un gran número de playas de arena fina y dorada, casi sin rocas ni piedras en su mayoría, las playas coruñesas se muestran como uno de los paraísos más desconocidos para poder practicar el surf en el Atlántico. Esto se debe a que en muchas se dan, a la vez, grandes vientos y oleaje con amplias zonas solitarias en las que poder desplegar todo nuestro buen hacer con la tabla. Cualquiera se resiste... Mención aparte merece la playa de Estaca de Bares en Mañón, una de las playas más impresionantes y enmarcada en el extremo donde Atlántico y Cantábrico se saludan. Acantilados, naturaleza y desembocadura de pequeñas rías que forman calas solitarias son un referente para bañistas y ornitólogos, que tienen aquí una gran cantidad de aves que observar. Es nuestra primera propuesta. Las otras cinco, a continuación.