MADRID
El Palacio Real de Madrid guarda un tesoro escondido en su sótano, se trata de la Real Cocina.
Es el ejemplo más importante conservado hasta nuestros días de las cocinas de residencias regias europeas, tanto por su tamaño como por su buen estado de conservación. Se abrió al público el 17 de octubre de 2017 y vamos a conocerla un poquito más. Un pequeño aperitivo para que te animes a visitarla.
El conjunto ocupa la mitad del sótano del Palacio Realy conserva sus instalaciones históricas, que fueron en gran parte renovadas entre 1861 y 1880 durante el reinado de Alfonso XII. En esta exposición Patrimonio Real ha hecho un magnífico trabajo de conservación para poder mostrar este espacio en condiciones pedagógicas y de seguridad.
Estas cocinas tenían gran importancia ya que alimentaban a la Familia Real, y en ellas encontraremos cómo fueron evolucionando y los avances que se iban incorporando en el terreno de la restauración palaciega. Podemos encontrar fogones, hornos, calientaplatos y una de las primeras neveras que hubo en España. Los platos se preparaban en estas cocinas y se subían a la planta noble. Como curiosidad, el elevador original funcionaba con agua a presión, pero en 1911 fue sustituido por uno eléctrico.
También encontraremos elementos de menaje como moldes, cacerolas, cuencos, cubertería de madera, morteros y demás utensilios de uso cotidiano. El espacio se divide en distintas secciones, dependiendo del cometido de cada lugar. Todas las labores estaban perfectamente organizadas y luego eran supervisadas por el Cocinero Mayor, que era el responsable último de la alimentación de los reyes.
El taller de repostería fue originalmente la entrada principal a las dependencias de la Real Cocina. Aquí se elaboraban los huevos de pascua, los helados y los demás postres; una anécdota conocida es que la realeza española era adicta al chocolate y sus postres: ¡no se diferenciaba de nuestros gustos plebeyos!
Hay dos espacios más diferenciados y en el dintel de sus puertas se lee el nombre de cada uno de ellos: el Ramillete del Rey y la Cocina de Estado. En el Ramillete se preparaban las viandas que se servían en la mesa del Rey, y en la Cocina de Estado los alimentos para el personal de servicio.
Y ahora, además de poder recorrer estas instalaciones, puedes cocinar en familia platos que serían dignos de reyes. Entre el 15 de abril y el 24 de junio puedes concertar una cita y participar en un taller familiar del recetario palaciego. Una experiencia muy divertida para participar con los pequeños de la casa y convertiros en auténticos chefs reales y crear un auténtico menú palaciego. Si quieres guardar momentos inolvidables para el recuerdo de tus peques, preparaos a cocinar juntos en un verdadero palacio. Aquí te dejamos el enlace.