El placer del agua
Cordero, cochinillo, mazapanes, polvorones, champán, cava, familia por todas partes, niños correteando y gritando, villancicos… tras hartarse de todo esto, uno necesita descansar, encontrarse a sí mismo… y qué mejor lugar que un spa o un balneario alejados del bullicio.
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1. Alva Park
En plena Costa Brava, en Lloret de Mar, se alza este hotel que cobija un spa de ensueño. Si se apunta a todo, será otra persona: masaje relajante sensitivo, masaje terapéutico deportivo, cráneo facial, piernas cansadas, exfoliación, pirámide energética, piedras calientes, bambuterapia, ritual de Cleopatra… Y por supuesto, una piscina interior de agua salada y una zona de relax con baño de vapor, sauna y gruta de hielo.
2. Bahía del Duque
La isla tinerfeña acoge el spa de este impresionante hotel bañado por el océano Atlántico. Su spa dispone de piscina exterior de talasoterapia, 20 cabinas de tratamiento, cinco cabañas exteriores, cuatro de Thai Room spa, tres cabinas de talasoterapia, una suite con spa privado para parejas y otra individual, un solárium al aire libre con hamman, sauna y dos duchas de experiencias y un Chi estudio para pilates, yoga y meditación.
3. Balneario Sicilia
Muchos balnearios han dejado atrás esa pátina de sitios señoriales y rancios y se han modernizado de tal manera que parecen spas contemporáneos. Es el caso del Balneario Sicilia, enclavado en Jaraba (Zaragoza). Sus salutíferas aguas se despliegan a lo largo del Jardín Termal, que incluye canales flebotónicos piscina de flotación y de relajación, biosauna, terma de aromas, ducha de contraste y baño japonés. Otra de sus bazas es la Cueva termal: una piscina cubierta de 250 metros cuadrados de lámina de agua termal.
4. Balneario de Solares
En Cantabria, en Solares (Cudeyo) se levanta un clásico del termalismo en España, el Balneario de Solares, la primera estación balnearia de la región. Su secreto son las aguas del Manantial de Fuencaliente, adecuadas en tratamientos digestivos, metabólicos, antiácidos, diuréticos y del sistema nervioso… y para relajarse, sin más. Cuenta con una gran Piscina Termal Interior, de 849 metros y 850.000 litros de agua mineromedicinal (y con un balneario infantil, con actividades para niños desde los tres meses). Vaya y hágase su Circuito de Contrastes.
5. Castillo Termal Monasterio de Valbuena
Uno de los conjuntos de la arquitectura cisterciense mejor conservados de Europa, es el orgullo de los habitantes de San Bernardo (Valladolid). Aquí, sus aguas termales lo dominan todo: la piscina termal (con vistas a la Ribera del Duero), infinnity pool, zona de contrastes, la bañera Jamaica, Niágara, ducha Vichy a dos o cuatro manos con peeling de miel, chorro a presión y sauna. Si quiere ser original, sométase al ritual Ribera del Duero, que combina las mejores técnicas con las propiedades del vino.
6. A Quinta Da Auga
El spa de este hotel situado en Santiago de Compostela, aúna la tradición occidental de la hidroterapia con las terapias manuales orientales. Ofrece rituales y tratamientos basados en el uso de productos naturales y en los principios de la Medicina Tradicional China y Ayurvédica. Está equipado con piscina caliente de hidromasaje, hamman, sauna finlandesa, baño turco, ducha de esencias y de contrastes, jacuzzi y flotarium. También ofrece la posibilidad de reservar su spa privado solo para dos.
7. La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel
Loja, Granada. Aquí se encuentra este hotel, y dentro de él, el U-Spa, un coqueto centro de bienestar con vistas a los patios y jardines del hotel. Su carta de tratamientos es inabarcable, entre los que destacan los faciales: el beauty flash, Detox, Anti Aging Deluxe y Kobido. Si quiere algo más sofisticado, existen los masajes Volcanic Stone (piedras calientes), el Loomi Loomi (sensorial, a través de la filosofía Huna) o el Abhyanga, con aceites ayurvédicos. Cuenta, claro, con circuitos de agua, piscina y todas esas cosas que hacen la vida más agradable.
8. Sha Spa Wellness
Es uno de los spas más prestigiosos del mundo. Altea, encalada villa alicantina, esconde uno de los centros de tratamientos para la calma con un pedigrí apabullante. Dejando de lado los masajes y demás rituales de la piel, en sus piscinas se puede realizar el Watsu (acunarse en el agua al mismo tiempo que le aplican puntos de acupuntura oriental y un masaje shiatsu); el Aqua Relax (clase individual de relajación basada en movimientos rítmicos en armonía con la respiración); o el Ai Chi, una forma de meditación a base de movimientos repetidos y coordinados con una respiración lenta y profunda.
9. The Ritz-Carlton Spa, Abama
De nuevo, Tenerife es el lugar en el que se yergue uno de esos spas creados para el placer. Entre sus tratamientos, el llamado Tierra, Viento y Fuego: exfoliación con arena volcánica (que el Teide está al lado); o el Ritual Tradicional Abama, a base de plátano, papaya y aloe vera. Y si esto no le convence, pues el Masaje del Norte de África, inspirado en diferentes culturas para mejorar la circulación y aumentar la relajación.
10. Royal Hideway Asia Gardens
En Finestrat, Alicante, a un paso de Benidorm, aparece una especie de jardín frondoso, rutilante, exótico. Es el Asia Gardens, repleto de casitas, cascadas, palmeras y piscinas al aire libre. Su spa y sus tratamientos han sido premiados en numerosas ocasiones. Está especializado en relajación y meditación, en la hidratación corporal, en masajes inspirados en técnicas asiáticas y, por supuesto, en el tailandés. No se pierda su piscina cubierta.
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