En futuras normativas

Consumo excluirá las bebidas energéticas de los centros escolares

El motivo es porque la mayor parte de ellas no cumple con la próxima normativa que regulará el contenido de las bebidas que se pueden comercializar en las cafeterías y máquinas expendedoras de los espacios educativos.

El Gobierno 'excluirá' las bebidas energéticas de los centros escolares ya que la mayor parte de ellas no cumple con la próxima normativa que regulará el contenido de las bebidas que se pueden comercializar en las cafeterías y máquinas expendedoras de los espacios educativos.

Tal como ha afirmado entrevista a EFE, Andrés Barragán, secretario de Consumo y Juego, perteneciente al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, las bebidas que se adquieran en estos centros no deberían superar los 15 miligramos (mg) de cafeína por 100 mililitros (ml).

Así, se pretende limitar aún más el consumo de este tipo de bebidas energéticas entre los jóvenes porque tienen un alto contenido en cafeína, normalmente 32 mg de cafeína por cada 100 ml. Los envases que se comercializan actualmente son de entre 300 a 500 ml, de ahí que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente de Consumo, y del Plan Nacional sobre Drogas, haya remarcado los potenciales riesgos para la salud que conlleva su ingesta.

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 pretende regular este aspecto tras un análisis jurídico preliminar que concluyó que también se podría llevar a cabo por el Estado por la regulación de legislación básica. Así, el departamento que dirige Pablo Bustinduy ultima además el real decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, y trabaja en otro para limitar la publicidad de los productos no saludables.

Irritabilidad, insomnio y otras consecuencias para la salud

Según apunta Barragán, la popularización del consumo de estas bebidas se debe en buena medida a las campañas de publicidad emprendidas por los fabricantes de estas bebidas en las últimas décadas. "Una comercialización muy agresiva desde hace años, una publicidad muy dirigida al público adolescente, que ha ido calando poco a poco y que queremos atajar".

Este tipo de prácticas comerciales han desembocado en unos hábitos poco saludables, porque la Aesan habla claro sobre el impacto negativo que pueden tener, entre otras consecuencias, irritabilidad, insomnio, trastornos cardiovasculares, que se multiplican si se mezcla con alcohol.

"Son elementos que preocupan mucho a las familias y los datos nos señalan que hay un consumo elevado, incluso crónico", advierte Barragán, señalando que el consumo de este tipo de bebidas entre los jóvenes se ha disparado, como indican los últimos estudios de la Aesan.

Cuatro de cada diez estudiantes de entre 14 y 18 años ha tomado bebidas energéticas en el último mes, siendo mayor su consumo en los chicos (casi el 50 %) que en las chicas (cerca del 30 %), además, el 16 % de ellos ha mezclado alcohol con bebidas energéticas en esos últimos treinta días.

Criterios sobre el consumo de bebidas energéticas en los colegios en futuras normativas

Consumo incluirá en sus futuras normativas estos criterios sobre el consumo de bebidas en los centros escolares, y observará de cerca las iniciativas que en ese sentido se están realizando a nivel autonómico, como en Galicia o Asturias, que recientemente han anunciado una regulación para prohibir el consumo de bebidas energéticas por los menores.

El Ministerio de Consumo evaluara cuál es el impacto de estas medidas con el objetivo de trasladar un mensaje bien claro, tal como apunta Barragán. "Las bebidas energéticas tienen un impacto negativo sobre la salud de los niños, las niñas, los adolescentes y también en las embarazadas y las lactantes".

Los científicos llaman la atención del riesgo de interacción con los medicamentos, así como sobre la presencia de otros componentes con principios activos naturales como el ginseng o el gingko, con ingesta contraindicada en periodos de embarazo y lactancia. En el caso del ginseng, también en la infancia y adolescencia.

Consumo recomienda no tomarlas para rehidratarse tras realizar deporte y, si se ingieren, hacerlo ocasionalmente y eligiendo los formatos de menor tamaño . Este tipo de bebidas debe llevar una etiqueta con la advertencia del contenido elevado de cafeína e incluir la cantidad exacta.

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