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Infiniti QX50 es un crossover de tamaño medio que está a la venta desde finales del año 2008 prácticamente sin cambios, si bien desde el 2013 modificaron la denominación para adaptarlo a la nueva estrategia de la marca. Anteriormente se comercializaban bajo el apelativo EX.
Exteriormente es un todocamino de líneas deportivas muy atractivas, con un capó largo de formas poderosas. Destaca en el frontal la enorme parrilla cromada. Las llantas de aleación de grandes dimensiones junto con las barras de techo en color aluminio son otro de los sellos de identidad del modelo.
En el interior
la calidad de realización es excelente, con materiales muy bien elegidos. Abunda el cuero para recubrir muchas superficies mientras que los apliques en madera, negro lacado o aluminio están bien terminados y ponen la nota de color. Lo que no sorprende es la distribución de todos los mandos, bastante clásica. El espacio disponible en las plazas delanteras es correcto para dos pasajeros de talla media pero los más altos podrían tener problemas con el techo.
En las plazas posteriores es muy justo tanto en la cota longitudinal como en anchura, siendo de los crossovers del segmento más pequeños. Un BMW X3 o un Audi Q5 son notablemente más amplios. Con el maletero pasa algo parecido, con un volumen inicial de 340 litros lo sitúan muy lejos de la media.
Las posibilidades de equipamiento del QX50 son buenas.
Pueden tener alerta de cambio de carril involuntario, sistema de visión 360 grados, detector de objetos en ángulo muerto, control de crucero adaptativo, tapizado en piel, techo solar, asientos eléctricos, ópticas bi-xenón direccionales, acceso sin llave, navegador integrado, disco duro y respaldos posteriores abatibles con mando eléctrico. En el momento de escribir estas líneas se comercializa en dos niveles de acabado,
GT y GT Premium. En ambos son comunes el climatizador automático, ordenador de viaje, paquete eléctrico completo, paquete
visibilidad, sistema de audio de alta calidad, cámara posterior, sensores de aparcamiento delanteros/traseros, asientos térmicos y eléctricos, etc.
La única motorización disponible es
un bloque diésel con seis cilindros y tres litros que desarrolla una potencia de 238 CV y un par máximo de 550 Nm. Se combina con una caja de
cambios automática de siete velocidades y con el sistema de tracción total a las cuatro ruedas. Según declara Infiniti
el QX50 3.0d alcanza una velocidad máxima de 221 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos mientras que el consumo medio se queda en los 8,5 L/100, con unas emisiones de 224 g/km de CO2.
Anteriormente se ofertaba con un bloque de gasolina con 3,7 litros y 320 CV de excelentes prestaciones pero consumos elevados.