El
Subaru XV es un crossover de tamaño compacto desarrollado sobre la última generación del Impreza Hatchback. Como buen producto de la firma japonesa se comercializa exclusivamente con tracción total a las cuatro ruedas y es de los pocos vehículos a la venta que puede tener reductora. A pesar de un aspecto bastante discreto y parecido al del Impreza,
el XV es una alternativa que puede circular por pistas mejor que otros rivales gracias a su generosa altura libre al suelo y los distintos protectores que cubren los bajos. Para proteger la carrocería cuenta con molduras plásticas en color negro por todo el contorno.
En el interior la calidad de realización está a buen nivel,
empleando materiales acolchados agradables al tacto para las zonas superiores, apliques metálicos y otros en negro lacado. La presentación peca quizás de excesiva sencillez, con un salpicadero de formas discretas muy básicas.
Los ajustes son muy buenos.
El espacio disponible en general está a buen nivel pero aunque está homologado para cinco pasajeros, sólo cuatro viajarán cómodos. Esto se debe a que la cota de anchura en la fila posterior es algo justa y no permite que tres adultos dispongan de suficientes centímetros a la altura de los hombros. Sí brilla en el hueco para las piernas, siendo holgado incluso para personas altas
. La capacidad de maletero arranca en 380 litros, una cifra escasa frente a sus rivales directos.
La dotación disponible se puede catalogar de correcta.
Entre lo más destacable hay que citar los faros de xenón, techo solar eléctrico, asientos tapizados en piel y calefactables, ordenador de viaje, sensor de parking, control de velocidad, sistema de acceso sin llave, arranque por botón y sensor de lluvia.
Se echan de menos elementos como la alerta de objetos en ángulo muerto, control de crucero adaptativo o un asistente al aparcamiento automático. La gama de motores está limitada a cinco alternativas.
En gasolina arranca con el 1.6i 16v con 114 CV que puede pedirse si se desea
adaptado para usar gasolina y gas GLP indistintamente. Va asociado a una caja de cambios manual con cinco velocidades e incluye reductora.
Por encima está un 2.0i 16v con 150 CV que disfruta de un nivel de prestaciones más acorde a las características del coche. En este caso sólo se puede adquirir con la
caja automática de tipo CVT denominada Lineatronic con levas en el volante y pierde la reductora a pesar de mantener la tracción total a las cuatro ruedas.
En opción puede pedirse adaptado a GLP. En cuanto al diésel, sólo se puede adquirir
con un dos litros que desarrolla 147 CV de potencia y un par máximo de 350 Nm. Se asocia a una transmisión manual con seis velocidades y queda situado como la opción más frugal de la gama,
declarando un consumo medio de 5,6 L/100 y unas emisiones de 146 g/km de CO2. Todos los motores del Subaru XV tienen arquitectura bóxer
. El sistema Stop&Start sólo es de serie en las mecánicas de gasolina.